lunes, 27 de diciembre de 2010

Capítulo 12

El principio del caos

Adam me despertó horas más tarde, ya estaba algo oscura la habitación

-Alex, ya es hora de irnos, pero primero debes comer algo_ me trajo una bandeja con waffles recién hechos

-De donde sacaste comida?

-Salí a comprar a la tienda del centro. Vamos, come un poco_ vi el reloj de pulsera que traía puesto y eran las 5.51 de la tarde. No logré comer mucho, me faltaba el apetito debido a la angustia. Adam tomó mis cosas y las suyas que pesaban como mil kilos cada una con una facilidad enorme, Adam era tan grande que a veces parecía un gorila. Sam condujo y Adam se sentó atrás conmigo

-Como han sobrevivido aquí? Por qué viven tan alejados de todo?

-Si queríamos cambiar, la distancia era lo mejor para nosotros. Alejarnos de los humanos lo más que podíamos pero no demasiado. Hemos estado viviendo de la sangre de animales que habitan por los alrededores: Possums, Ciervos, conejos, tilacinos y una amiga que es vampiro nos ha estado consiguiendo sangre de humano del banco de sangre del pueblo, pero muy poca la verdad

-Te refieres a Kate? Ella también es vampiro?

-La conociste?

-Sí, ella fue quién me dijo donde era su casa

Llegamos al aeropuerto, Sam retiró los boletos y pusimos las maletas en el porta equipaje, al cabo de 20 minutos hicieron el primer llamado para abordar el avión que nos llevaría a Atlanta. Fueron 14 horas más de viaje, me sentía presa dentro de mí misma, me sentía desesperada, quería ver a Andrés a salvo.

Llegamos a Chicago, tomamos un taxi que nos llevó a Sioux Falls; en cuanto llegamos a mi casa me bajé rápidamente y Peter me esperaba en la puerta; abrí la puerta principal y Simon estaba sentado al pie de la escalera, apenas me vio me abrazo casi asfixiándome

-Estás bien?

-Sí, estoy bien…_ en eso entró Adam y Sam; Simon se quedó perplejo al verlos a ambos entrando en mi casa

-Por él estabas en Australia, cierto?_ cambió por completo su expresión facial a una de cólera

-Sí, pensé que estaban en peligro

-Y pensaste que podías salvarlos Alex!? Fue muy irresponsable de tu parte irte sola y como si fuera poco convencer a Vanessa para que te cubriera las espaldas…

-No le hables así Mazzocca….!_ Adam intervino con pose seria y fuerte

-No es asunto tuyo

-Basta!_ dije una vez colmada mi paciencia_ Simon, me fui y ya regresé, ya no tiene remedio, mi hermano está secuestrado por vampiros que me quieren muerta por mi culpa, ya que con eso tengo suficiente_ en eso apareció Adriana en la parte superior de la escalera

-Alex!_ bajó corriendo y me abrazó llorando

-Va a estar bien Adriana, tiene que estar bien…_ fue cuando ella se percató de la presencia de Sam. La solté y los miré a ambos y decidí subir a mi habitación

-Alex… espera…_ me dijo Simon yendo detrás de mí. Entré a mi cuarto y Simon entró detrás de mí cerrando la puerta

-Simon por favor no sigas

-Lo siento Alex, perdóname por hablarte así. Lo que pasa es que no te das cuenta de que tan inconsciente te vuelves cuando tocan a alguien que quieres, y por lo visto lo sigues queriendo

-Simon no estoy para este tipo de cosas

-Tienes que aprender a medirte, Phoebe juega contigo gracias a tu debilidad por los tuyos, ya tiene a Andrés_ me paré en seco ante aquella idea y lo miré a los ojos por unos segundos en eso entró Peter

-Alex, muy malas noticias

-Qué pasa Peter?

-El es Nick, el ángel de Andrés…_ la expresión de ambos no era nada alentadora

-Qué pasa Peter? Qué le pasó a Andrés!? Por qué Nick está aquí en lugar de estar con él!?_ me exalté en cuestión de segundos

-Lo convirtieron Alex, por eso Nick está aquí_ sentí que la presión arterial se me vino abajo, me derrumbé y Simon me atajó en el aire y me sentó en la orilla de mi cama

-No, no, no…. No puede ser… mi hermano no! Andrés no!

-Alex cálmate…_ empecé a llorar con la respiración acelerada. En eso entró Adam

-Qué pasa? Alex que te pasa, estás bien?_ se aproximó a mi rápidamente

-Convirtieron a Andrés…_ le dijo Simon inexpresivamente. Se hizo un silencio sepulcral en la habitación por unos largos 5 segundos. Busqué todos los medios dentro de mi misma para calmarme un poco, pero me costaba mucho lograrlo

-Déjenme sola

-Estás segura? No te ves bien…_ dijo Adam con bastante preocupación dibujada en el rostro

-Déjenme sola por favor…_ dije de forma autoritaria perdiendo un poco la paciencia, Simon me soltó enseguida al igual que Adam, todos salieron de mi habitación silenciosamente, mientras me tumbé en mi cama a llorar, tenía los pensamientos nublados. Mi hermano Andrés era un vampiro, era algo que me carcomía por dentro, como íbamos hacer ahora? Su “vida” cambió por completo, ahora se quedaría así por el resto de su existencia o la eternidad, con 25 años de edad, viviendo de sangre ajena, el sólo pensar eso me daba malestar, qué le iba a decir a mis padres? Porque era evidente que había que alejar a Andrés de cualquier humano, era un bisoño en pleno y hasta donde sé es cuando cazan más porque desatan una sed incontrolable y ello demoraba unos cuantos años en estabilizarse, además que no iba a envejecer, como se lo explicaría a los seres que lo conocían dentro de 10 años o 20? Cuando siga exactamente igual físicamente de cuando se supone que tenía 25. A pesar de tratar de evitar que esto sucediera, inevitablemente pasó, y peor aún, fue por mi culpa, pero nada ganaba con echarme la culpa, pensándolo mejor, yo no hubiera impedido que aquella situación sucediera, lo secuestraron mientras estaba solo de regreso a casa de su trabajo en el High School, es cuando me di cuenta que somos tan vulnerables y por más que tratara, no podía protegerlos a todos. Estaba aterrada, lloraba desconsoladamente contra mi almohada, mi cuerpo temblaba de arriba abajo, definitivamente era peor que escuchar o saber que Andrés había muerto; entonces recordé haber escuchado que cuando tuvieras miedo, dejaras que el miedo entrara en ti e hiciera lo que tenía que hacer dentro de ti y contaras hasta cinco lentamente y él se iba a desvanecer por si solo <<1….2….3….4….5>> respiré profundamente entre cada número hasta que recuperé el control total de nuevo <> fue entonces cuando pensé en Adriana, ella era más vulnerable que yo en todos los sentidos y era algo que tenía que proteger a como dé lugar.


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