jueves, 17 de marzo de 2011

Epilogo

Llegué a la entrada de mi casa y me detuve observándola por varios segundos, regresé en sí y me bajé del auto, subí el porche de la casa, saqué mis llaves y las metí en la cerradura de la puerta, abrí la puerta pero no pude entrar, en eso me tomaron a la fuerza por detrás dos personas, pude ver que eran el señor Douglas y Sam, me pude zafar de ellos en cuestión de minutos mientras ellos forcejeaban, Adriana apareció bajando las escaleras con Vanessa, ellos me volvieron a tomar al a fuerza tratando de inmovilizarme

-Pasen… Pasen!_ dijo Adriana. Me llevaron dentro y Adriana me lanzó agua bendita encima, sentía como si me hubieran echado agua hirviendo, fue cuando Sam y el señor Douglas me soltaron, sentía una debilidad extraña, me sentía como mareada, la sensación era como cuando uno está en un funeral, esa sensación que te dan las funerarias o las iglesias, era exactamente esa sensación, era la casa la que me daba esa sensación, ahora sabia que sentían ellos cuando estaban en mi casa

-Quien eres y que haces con la forma de Alex?_ vi al suelo tosiendo y estaba sobre una trampa del diablo, ellos pensaban que yo era un demonio, me levanté lentamente mirando a Adriana triste, cuando estuve de pie salí del circulo, ellos fruncieron el ceño en señal de sorpresa, si fuera un demonio ellos sabían que no podría salir del circulo, siendo vampiro sí, pero un vampiro común no puede tomar otras formas, era algo netamente demoniaco

-Soy yo…_ dije totalmente triste, Adriana se llevó la mano a la boca y de inmediato sus ojos se llenaron de lágrimas

-Peter!_ ella llamó a Peter, este no demoró en aparecer_ Dime que ella no es Alex por favor_ mis ojos estaban llenos de lagrimas, mi hermana estaba sufriendo al verme así, Peter se mantuvo sereno como era típico en ellos

-Lo siento mucho Alex, no pudimos protegerte, se nos fue de nuestro alcance

-Ustedes prometieron que todo iba a estar mejor, y esto no está dentro de mi concepto de estar bien Peter_ dije sintiendo impotencia. Adriana se echó a llorar desconsoladamente sobre el pecho de Sam

-Pero como es esto posible?_ preguntó Vanessa mirándome como si fuera una extraña

-Un vampiro desconocido me atacó al salir de la casa de Simon, no tengo idea quien era, luego desperté en el medio de la nada siendo esto_ lloré y la señora Julia vino a mí a abrazarme

-No es su culpa, no la miren así…

-Mamá sabes lo que esto significa…

-Si ustedes tienen el valor de matarla adelante, creo que es decisión de Adriana en este caso_ dijo la señora Julia abrazándome y acariciando mi cabello como una niña, miré a Adriana y ella a mí y afirmé con la cabeza

-No! Ella no va a morir, ella no va a dejar de existir, ella no me va a dejar, me niego!_ fue una gran sorpresa para todos su reacción, se limpio los ojos y vino hacia mí y me abrazó de forma violenta, sentí como si se me bajara la tensión violentamente, era por su crucifijo_ Alex no vamos a cometer el mismo error que con Andrés, confío que eres capaz de manejar esto, de hecho no te ves como él_ metí la mano en el bolsillo de mi chaqueta y saqué una bolsa de sangre y se la mostré

-Porque ya me alimenté, incluso ya maté a alguien_ dije con la mayor de las vergüenzas

-Bueno Alex, poco a poco podrás controlarlo, eres buena en muchos sentidos, si no estarías soportando estar cerca de tantos humanos, o por menos de Adriana_ dijo el señor Douglas. La verdad estaba aguantando de forma casi imposible

-Si esto es lo que ustedes sienten cada vez que están cerca de un humano, de verdad los admiro

-Es fuerte, pero se adquiere más dominio a través de los años, y poco a poco se vuelve menos doloroso, aunque nunca deja de serlo_ dijo Vanessa. La miré y empecé a llorar de nuevo, me vino la imagen de Simon, de mis padres, de Elizabeth y Eduardo

-Tranquila Alex, nosotros te vamos a ayudar a sobrellevarlo_ me consoló Sam_ por lo pronto Bienvenida a la inmortalidad_ esa bienvenida no me causaba ninguna gracia

-Gracias Sam. Y que se sabe de tu hermano? Bea donde anda metida que no está aquí, la estuve llamando y tampoco me contestaba_ sus expresiones cambiaron de inmediato

-Creo que aquí tengo que intervenir, aunque no debería_ dijo Peter

-A que te refieres?

-Digamos que es para pagar mi deuda contigo Alex, de no haberte protegido lo suficiente, aunque sé que cuando se enteren arriba de esto, quizás no sea tan bueno_ todos lo miramos expectantes_ están en el Arrowhead Park, están torturándolos a ambos en una cabaña que está dentro del parque, Bea lo encontró, y los cazadores estuvieron siguiendo a Bea, la verdad no quedan muchas posibilidades de que sobrevivan, los tienen vivos aun esperando que digan donde están los otros vampiros, o sea ustedes_ mi cuerpo y mis sentidos iban a estallar de un momento a otro, eran demasiadas emociones, pero eran mucho más intensas, lloré desconsoladamente, sentía un dolor dentro de mí que nunca antes había sentido, Vanessa me abrazó

-Tranquila Alex, vamos a ir por ellos, no les va a pasar nada. Tienes que aprender a controlar tus emociones, ahora como vampiro sientes todo más intenso, tus sentidos se agudizan, al igual que tus emociones y sentimientos, todo es más intenso_ eso explicaba mi sensación

-Entonces no hay tiempo que perder_ dije cambiando de humor de inmediato_ hay que irlos a buscar

-Alex no creo que sea buena idea que vayas, estás muy inestable aun_ dijo la señora Julia preocupada

-Julia tiene razón Alex…_ dijo Sam_ nosotros podemos traerlos a ambos a salvo

-Ustedes saben mejor que nadie que me voy a negar, voy con ustedes y es mi última palabra. Yo sabré que hacer en caso de que me descontrole_ vi a Peter y este tenía los ojos en blanco, la verdad eso daba miedo, estaba estático

-Peter, que sucede? Estás bien?_ me hizo señas con el brazo para que me calmara

-Tienen que irse ya, no creo que aguanten más, están muy débiles_ sus ojos volvieron al estado normal

-Bien, entonces hay que irnos ya. Peter te puedes quedar con Adriana?_ este afirmó con la cabeza

-Pero quiero ayudar_ dijo Adriana

-Ayudas desde aquí Adriana, no nos vamos a arriesgar contigo

-Alex! Creo que van a tener que llevarla, no van a poder sacarlos de allí sin ayuda de un humano, están impregnados de agua bendita con ajo

-No los vamos a poder tocar_ dijo Vanessa viendo hacia la nada. Miré a todos a la vez

-No te podemos llevar. No es sano ni justo!

-Alex, todos vamos a cuidar de ella_ dijo el señor Douglas. Inhale profundamente para tratar de controlar una ira que sabía que iba a ser un tanto aparatosa

-Está bien, no estoy de acuerdo, pero está bien

-Ya regreso_ dijo el señor Douglas. Pasaron unos 5 minutos cuando regresó con una bolsa de tela de tamaño medio_ esta vez vamos a enfrentarnos con humanos, así que hay que trabajar como humanos_ metió la mano en la bolsa y sacó un revólver para cada uno_ nosotros si tenemos que atacar de forma vampírica o con el revólver no importa, somos asesinos por naturaleza, Alex me estás entendiendo?_ estaba congelada_ Alex? Es importante que sepas a que te enfrentas ahora_ cerré los ojos y afirmé dejando escapar una lagrima_ Adriana, se que eres humana aun, y que tienes una vida entera por delante, pero si aceptas hacer esto, deberás verte en la situación de salvar tu vida o salvar la vida de Sam, Alex además de Bea y Adam, por no decir la del resto de nosotros, y para salvarla puedes verte en la obligación de matar a alguien, sabes que si matas a alguien eso te condenaría al infierno, es un pecado capital

-No! Eso sí que no!_ dije molesta

-Estoy de acuerdo con Alex_ dijo Sam serio

-Peter…?_ miré a Peter esperando que él nos apoyara

-Es totalmente cierto lo que dice Douglas, y es solamente su decisión. Aunque existe una salida. A veces no son suficientes los grandes logros de tu vida, tu servicio al cielo cuando cometes un pecado capital, son capitales porque básicamente no tienen perdón, son pecados que atentan contra otro humano de una forma u otra. Tu arrepentimiento debe ser 100% sincero y el resto de tu vida debe estar lleno de acciones buenas, en realidad llena de sacrificios, pero eso no garantiza nada_ todos nos quedamos callados

-Acepto el riesgo_ dijo Adriana de forma serena

-Pero…

-Sin peros Alex, ya escuchaste a Peter, es mi decisión, y no van a poder salvar a Adam ni Bea sin mi ayuda, no se pueden perder dos vidas para salvar una

-Estás segura de esto?_ le preguntó Sam mirándola tristemente y ella afirmó con la cabeza, Douglas le extendió el arma y ella dudo en tomarla unos segundos, luego la tomó aferrándose a ella de forma extraña

-Es hora de irnos…_ dijo el señor Douglas

Salimos a la calle, Adriana se montó en la espalda de Sam, poniéndose un casco de motociclista

-Para que el casco?_ pregunté de forma ingenua

-Nosotros los vampiros viajamos prácticamente a la velocidad de la luz, haciéndonos invisibles mientras corremos ante la vista humana, el casco es para evitar que se ahogue con el viento por la velocidad y así protege su cabeza en caso de un posible accidente_ subí ambas cejas, era totalmente lógico aquello

Nos echamos a correr por las calles desiertas, tomamos la autopista 42 e igualmente estaba desierta, eran más de las 11 de las noche ya casi era media noche, la luna estaba llena, lo más asombroso era que a pesar de correr todo ese trayecto era que no estaba cansada. Llegamos al parque, todo estaba tan tranquilo, entramos, las aves salían volando apenas sentían nuestra presencia, agudizamos aun más nuestros sentidos buscando voces que nos llevaran al escondite donde tenía encarcelados a Bea y Adam, yo estaba por un lado con Vanessa cuando escuché voces

-Están hacia el este…! No los escuchas?

-Tus sentidos son más fuertes porque estás recién convertida y bebiste sangre de un humano hace poco. Guíanos hacia allá!_ todos ya estaban detrás de nosotros y nos echamos a andar hacia el este. Cada vez se intensificaba el sonido de las voces, eran varias, unas 20 personas, nos triplicaban en número físico, pero nosotros éramos quince veces más fuertes que ellos, escalamos los arboles de forma asombrosa, nunca pensé que podría hacer eso

-Hay que estar pendientes, deben haber trampas por todos lados, cada compañero debe velar por el otro, si uno cae recuerden que la misión es rescatar a Adam y Bea. Cada pareja tomo un lado, vi a lo lejos con mucha nitidez un par de hombres con escopetas deambulando por el bosque.

Vanessa cayó al suelo con mucha sutileza, tal cual un gato, sin hacer ni el más mínimo ruido, fue detrás de uno de los hombre y le partió el cuello de un girón y de inmediato hizo lo mismo con el otro ayudando a tumbarlo al suelo para que no hiciera ruido, volvió a subir a la rama donde inicialmente estaba

-Viste como se hace? sígueme_ afirmé con la cabeza con algo de miedo. Vanessa se volvió a lanzar a la superficie y desapareció de mi vista y no vacilé en lanzarme con la misma delicadeza, íbamos avanzando y Vanessa iba matando de forma diestra y silenciosa a todos los humanos que nos encontrábamos en el camino, yo prefería mantenerme al margen con eso, y ella lo había comprendido al ver que no había querido atacar a nadie. Pronto llegamos a la cabaña en cuestión, alrededor había unos 5 hombres y una mujer custodiando, vi en la orilla norte del bosque a Sam con Adriana, en eso vi que 3 de los 5 hombres cayeron al suelo al sonar 3 disparos consecutivos, los otros dos hombre y la mujer se asustaron y tomaron sus armas correspondientes apuntando desesperadamente hacia todos lados

-Vamos!_ dijo Vanessa y corrimos al mismo tiempo que sus padres, Sam y Adriana hacia estos tres sujetos, ellos empezaron a disparar mientras esquivábamos de forma efectiva y con gran destreza dichas balas, el señor Douglas le disparó en un brazo a uno de los hombres

-Venimos en paz! Solo queremos recuperar a los prisioneros que tienen cautivos dentro, si nos ayudan los dejaremos vivir_ dijo Sam

-Este no es su territorio!_ dijo la mujer

-Creo que no has visto cuántos somos

-Hay más adentro y alrededor del bosque

-Creo que solo quedan ustedes y los que están dentro_ la mujer vio a sus compañeros con una mezcla de miedo y rabia_ todos apuntábamos con nuestras armas a los humanos, incluyendo a Adriana y ellos a nosotros. Sam le hizo una seña a Adriana y esta se dirigió a los tres sujetos y les quitó los rosarios y pentagramas que llevaban puestos en eso salieron 2 hombres corriendo del interior de la cabaña que a juzgar era inmensa por demás pero bastante deteriorada, Sam, Douglas y Vanessa apresaron de inmediato en sus brazos a os tres sujetos, utilizándolos como escudo ante los dos hombres que habían salido de la cabaña

-Bajen sus armas…_ ordenó el señor Douglas_ llévennos donde están Adam y Bea de inmediato_ pero los dos sujetos seguían apuntando dudando si bajar las armas o no

-Háganlo maldita sea!_ la recordé de inmediato, ella era una de las que había ido a mi casa hacia pocos días, su nombre recordaba que era Marie. Los otros dos hombres tiraron a unos metros de distancia sus armas

-Quítense sus accesorios anti vampiros_ y de inmediato lo hicieron. Entramos lentamente a la cabaña, estaba todo tan opaco y oscuro por dentro, con algunos bombillos iluminando el pasillo, adentro había un hombre más custodiando la puerta y bajó uno las escaleras de madera haciendo bastante ruido, este era Evan, el que me atacó a preguntas cuando fueron a mi casa

-Qué está sucediendo aquí?_ preguntó Evan

-Vinimos a buscarlos_ dije antes que alguno pudiera pronunciar alguna palabra_ este me miró de forma extraña

-Te transformaste… algo bastante admirable y estúpido mi querida Alexandra

-Mataron a todos los que estaban custodiando fuera_ dijo el hombre que tenia Sam

-Bien, veo que nos acorralaron_ dijo de forma tranquila_ Max ábreles la puerta_ el hombre que estaba parado en la puerta afirmó con la cabeza totalmente serio y abrió la puerta que daba hacia el sótano

-Después de ustedes…_ dijo Sam. Evan pasó por delante de nosotros con mucha cautela llevándose consigo al tal Max, bajamos las escaleras lentamente fue cuando vi en la parte baja de las escaleras a Zac

-Zac?

-Profesora Alexandra…_ dijo casi sonriendo. Yo lo miraba con asombro y seriedad a la vez

-Ya veo que se conocen, sin él no hubiéramos dado con ustedes, es mi hijo_ dijo Evan. Terminamos de bajar las escaleras y vi las celdas una en frente de la otra, corri hacia la de Adam

-ADAM! Por Dios! Despierta soy yo Alex…_ Adam abrió los ojos lentamente, estaba atado de lados del techo dejando colgado su cuerpo, estaba impregnado de liquido

-Alex?_ dijo muy débil

-Sí, aquí estamos, los vamos a sacar de aquí_ voltee a ver a Bea_ BEA!, BEA! Aquí estoy Bea, aquí estamos, me oyes?_ pero Bea no respondía, apenas podía percibir su respiración

-Bastante tierna y desgarradora la escena señorita Torres_ dijo Marie irónicamente

-Abran la maldita puerta ya!_ les ordené, mis ojos empezaron a llamear de nuevo, inhale y exhalé buscando la calma. Zac sacó unas llaves de su bolsillo trasero y abrió la celda de Adam, en eso se oyó un golpe detrás de nosotros y con ello un disparo acompañado del grito de Vanessa, todo se revolvió, alguien le había disparado a Vanessa en el costado trasero derecho. Adriana corrió hacia una esquina de la habitación, uno de los sujetos la tomó y ella le disparó en la cabeza teniendo mucha suerte, quedó horrorizada antes aquello, Evan vino hacia mí ya que estaba desarmado pero una ira se apoderó de mi además de la sed que me producía la escena, era violencia y eso me excitaba de cierta forma, lo tomé y bebí su sangre, poca pero la suficiente para matarlo y sentirme “satisfecha”, voltee a ver a Zac y este me miraba horrorizado, buscó dificultosamente un arma en el suelo mientras yo me le acercaba

-Tranquilo Zac, no te voy a hacer nada…_ era la verdad. Hacia Bea y Zac se escabulló hacia la celda de Bea que estaba a su lado_ Detente! Sabes que morirás si intentas algo Zac, no quiero hacerte daño

-Mataste a mi padre…_ dijo con mucha tensión y rabia en sus palabras

-El me hubiera matado a mí. Ayúdame a sacar a mis amigos de aquí y te prometo que no habrá más muertes a causa de nosotros_ miró al suelo dudando

-Está bien…_ miré a mi alrededor pero ya todos los humanos estaban muertos a excepción de Adriana y Zac. Zac se percató de la escena y se espantó, conteniendo el aliento abrió la jaula de Bea

-Adriana toma a Bea, Zac va a sacar a Adam, llévenlos al lago_ ordené. Adriana desató con mucha dificultad a Bea apoyándola de su hombro. Zac cortó la soga que sujetaba a Adam con mucho resentimiento y de igual forma lo montó en su hombro y los sacaron de la cabaña y los llevaron al lago como les pedí. Los tiraron en la orilla, la pobre Adriana no daba más

-Bien, ya hice mi parte, déjenme ir…_ dijo Zac de mal humor

-Está bi…

-No tan rápido muchacho…_ me interrumpió el señor Douglas. Todos desviamos la atención hacia Bea y Adam se veían realmente mal

-VANESSA CUIDADO!_ gritó Sam y se oyeron dos disparos, uno proveniente del arma que no sé de dónde demonios sacó Zac y otro del arma que tenía la señora Julia, y a ese se sumó un disparo más que lanzó Sam al pecho de Zac, el otro le había dado en el muslo, el disparo de Vanessa le dio justo de un lado en el abdomen. Corrí directo hacia Zac

-No, no, no! Él no, es muy joven, no merece morir. Vanessa estás bien?_ vi a Vanessa metiendo sus dedos en la herida y extrayendo de forma muy dolorosa la bala de madera, afirmó entonces

-Lo siento Alex…_ dijo el señor Douglas mientras yo sostenía la cabeza de Zac. En eso me vino una idea a la mente un tanto descabellada. Metí los dedos en lo profundo de las heridas de Zac en busca de las balas, hasta que las encontré

-Alex que estás haciendo?_ preguntó Vanessa pero no respondí. El olor de su sangre ya me estaba empezando a afectar, tomé mi muñeca y la mordí, produciendo un dolor menor, rompiendo mis venas para dejar salir mi sangre y puse mi muñeca en la boca de Zac haciendo que entrara en su cuerpo

-Como sabes eso? Eso no está permitido? Va contra las reglas!_ dijo Sam

-Ya lo hice…_ dejé a Zac allí tirado_ podemos salvar a Adam y Bea ahora? Adriana lánzalos al agua para limpiarlos_ Adriana me observó por unos instantes e hizo lo que le pedí, ambos tosían, apenas terminó con Adam fui directo a él y me saqué las bolsas de sangre del bolsillo, le lancé una a Vanessa para que se la diera a Bea, Adam bebió toda la bolsa de sangre recuperando poco a poco parte de su estado natural, aun se veía demacrado pero se pudo levantar

-Alex… viniste por mi…_ puso su mano derecha en mi mejilla izquierda mirándome con ternura, yo sonreí, me besó suavemente y lo abracé

-Alex, no funciona_ dijo Vanessa, me liberé de los brazos de Adam y miramos hacia ella

-Como que no funciona?

-Ya le di toda la bolsa, pero no funciona

-Ella sufrió más que yo, la torturaron más para sacarme información, es mi culpa_ dijo Adam preocupado y triste, fuimos hasta el cuerpo de Bea

-Que debemos hacer entonces?_ pregunté con algo de desesperación. Miré a Adam y bajó la vista liberando una lagrima_ Oh no! Eso no.. debe haber una forma de salvarla

-Hay demasiado ajo en su sistema, no ha bebido sangre hace muchos días, por más que le demos sangre fresca y la desintoxiquemos del ajo, no aguantaría_ dijo el señor Douglas

-Tiene razón…_ dijo Bea débilmente apenas abriendo los ojos_ Adam y yo brincamos ante aquello

-Bea! Tu eres fuerte, puedes resistir_ le dijo Adam tomándola de la mano derecha. Bea le sonrió débilmente

-Adam, Alex, están juntos… continúen estándolo_ tosió botando gran cantidad de sangre por la boca_ háganlo_ sentenció_ hazlo tu Adam, quiero que lo hagas tu

-No me pidas eso Bea…

-Hazlo por favor, es lo único que te pido_ Adam bajó la mirada y liberó unas cuantas lágrimas. Bea siguió tosiendo cada vez con más gravedad; Adam, me miró buscando un consuelo

-Hay que hacerlo…_ dije resignándome. Adam se levantó y fue hasta la cabaña y trajo consigo una estaca de madera, se arrodilló a un lado de Bea, se miraron a los ojos, Bea sonrió débilmente de nuevo y Adam clavó la estaca en su corazón, el cuerpo de Bea se tornó blanco como un cadáver con cientos de venas brotando en su piel, Adam se echó a llorar enseguida, corrí hacia él para abrazarlo.

Volvimos a casa silenciosos, dejamos a Zac en su casa, aun no había despertado y seguía con las heridas abiertas. Habíamos quemado la cabaña con todos los cuerpos dentro, inclusive el de Bea, todo eran tan difícil, sentía un hueco dentro de mi mucho más profundo, Bea había sido una buena amiga, quien sacrificó su amor por Adam por dejármelo a mí, y sabía que no me equivocaba al darle esa nueva oportunidad a Zac, pensaba y pensaba el por qué no se me ocurrió eso cuando estaba en el lecho de muerte de Simon, hubiera sido la solución perfecta. Esa era la clave y la tuve tan cerca pero no la vi; la sangre de vampiro cura cualquier herida, es algo sobrenatural y por lo visto no estaba permitido, no sabía cuáles eran los riesgos de aquello, pero ya lo había hecho.

Ahora me esperaba una eternidad por delante, que iba a hacer con todo eso? No lo sé, dentro de unos años debía fingir una muerte o desaparición de mis padres y amigos, debía mudarme cada 10 años o menos de ciudad a otra, no tener una vida fija en un lugar que amara, iba a ser muy difícil, más de lo que ya era, pero confiaba en que mis amigos me ayudarían más de lo que ya habían hecho, para aprender a sobrellevar sanamente mi vampirismo, la eternidad me estaba dando dos opciones, una vivirla con Adam a mi lado y hacer cientos de cosas juntas, y la otra, ver crecer a Simon hasta verlo tal cual se fue, pero no debía tener muchas expectativas al respecto porque era peligroso.

Capitulo 19

Sangre

La sensación de ese momento era extraña, sentía que algo me faltaba dentro de mí, que me faltaba todo a decir verdad, llevé mi mano al lado izquierdo de mi pecho, pero no sentí latir mi corazón, eso causo más alarma dentro de mí, necesitaba verme en un espejo. Fue entonces cuando recordé a los muchachos, busqué entre los bolsillos de mi chaqueta desesperadamente mi celular, cuando lo hallé estaba apagado, lo encendí y vi que en efecto habían pasado 2 días, eran las 9.23 de la noche, en cuestión de pocos segundos mi celular empezó a sonar anunciando la llegada de mensajes de texto y de voz, la mayoría era de Adriana, Vanessa y Sam buscándome preocupados, incluso uno de los mensajes decía que la policía empezaría a buscarme luego pasadas las 72 horas de mi desaparición, lo cual no era del todo alarmante para mí, porque apenas habían transcurrido 48. Marqué el número de Adriana de inmediato

-Alex!? Alex dime que eres tu por favor…_ dijo con la voz quebrada y desesperada

-Sí, soy yo…

-Gracias al cielo! Todos te hemos buscado, Peter no me ha podido dar razón de ti, dime dónde estás, estas bien?

-Peter no les ha dicho nada?

-Nada de qué? Que sucede Alex?_ me quedé callada por unos instantes

-Ponte en crucifijo si no lo tienes puesto, yo ya voy camino a casa a explicarles lo que pasó…

-Pero dónde estás Alex, te vamos a…_ tranqué la llamada sin dejarla hablar más, miré el cielo estrellado llorando tratando de buscar una manera de no lastimarla a ella ni a ningún humano. Impresionablemente Adriana era la única humana ahora en nuestro “clan”. Debía beber algo de sangre con urgencia, primero para poder controlarme mientras tenga humanos cerca, pero no tenía en mente atacar a ningún animal tampoco, la única solución era obtener sangre del banco de sangre de la ciudad, la cuestión era como conseguirla, fue entonces cuando pensé en Bea, en ella podía confiarle esa misión, bus qué en el directorio el número de teléfono de Bea y marque Send. Repicó cientos de veces pero caía el buzón <>

En vista de eso, tuve que ir yo misma a buscar la sangre, tendría que irrumpir como la propia bandida en el banco de sangre. Me eché a correr a través de los arboles de forma sobrenatural, y era obvio, era una de las cosas que más me gustaba de los vampiros, y era su súper velocidad, corrí varios kilómetros hasta que llegué a la civilización, me detuve en seco al percibir los latidos de los corazones de la gente que pasaba a mi lado, cada vez se volvían más intensos, el sonido golpeaba mis tímpanos, casi hasta el punto se sentir que iban a estallar, a ello se le suma el olor a sangre fresca, cai al suelo arrodillada tratando de soportar esa tortura y tratando de manejar los deseos de mi nuevo cuerpo

-Señorita se encuentra bien?_ me preguntó una voz masculina, subí la mirada y era un señor calvo con lentes de baja estatura, el señor apenas vio que subí la cabeza se echó para atrás del susto, sentí que los ojos me ardían, vi en el reflejo de un charco de agua que había en el pavimento que mi rostro no estaba nada saludable y mucho menos mis ojos que estaban llenos de sangre

-No se preocupe señor, es solo un malestar leve, se me han roto unos vasos de sangre en los ojos, solo me atacó un dolor de estomago muy fuerte, ya voy al hospital

-Hija pero no te ves bien, déjame llevarte al hospital_ me tomó del brazo tratando de ayudarme a levantar y le arrebaté mi brazo de forma brusca

-No! Déjeme en paz…!_ dije sin levantar la cara, ya mis colmillos empezaban a sobre salir, la garganta me quemaba, tenía demasiada sed y un impulso casi incontrolable de atacar a ese hombre, así que decidí salir corriendo, controlando que no fuera de forma sobrenatural.

Llegué a la puerta del banco de sangre del hospital, pero desde allí podía percibir con más exactitud el olor de sangre fresca y era obvio, estaba en un hospital, donde había cientos de heridos, donde la sangre era un factor común. Me detuve un momento en un rincón mirando hacia el cielo con las manos en mi cuello, respirando profundamente con los ojos cerrados <> me dije esa frase varias veces hasta que el ardor de mis ojos bajó un poco, pero aun así la garganta me ardía de forma salvaje, mi cuerpo reclamaba sangre. Busqué la forma de abrir la puerta del banco de sangre, para mi suerte el pasillo estaba desierto, pero la puerta estaba sellada por completo, así que tuve que emplear fuerza bruta <> agarré con mi mano derecha el pomo de la puerta y lo halé dejando caer la cerradura y el pomo del lado de adentro cayó al suelo quedándome el otro pomo en la mano, dándome paso libre para entrar al interior de la habitación. Dentro había una lámpara encendida dando muy poca luz a la habitación, vi al fondo un refrigerador, asumí en seguida que allí estarían las bolsas de sangre depositadas, fui hasta ella y la abrí, había muchas bolsas de sangre, tomé una desesperada y la abrí rompiéndola de un tirón, la llevé a mi boca como si fuera el trago de agua más deseado del desierto, sentí como la sangre iba pasando por mi cuerpo, era una sensación sublime, indescriptible, era un éxtasis, un frenesí, pero mi cuerpo pedía más y más, bebí tres bolsas más hasta que escuché que alguien se aproximaba, pero ya era demasiado tarde, una señora vestida con una bata azul, con una escoba en la mano estaba parada en la puerta observándome con horror, gritó de forma terrible, corrí hasta ella y la mordí en el cuello succionando su sangre, se sentía mil veces mejor que beber sangre de las bolsas, era más deliciosa, sentía como cada fibra de mi cuerpo, cada musculo, cada hueso tomaban fuerza de forma asombrosa. Bebí y bebí de forma rápida cada gota de sangre, hasta que escuché a lo lejos que venía gente hacia nosotras, tomé un par de bolsas del refrigerador y cargué el cuerpo de la mujer como si fuera una caja vacía y salí corriendo de forma sobrenatural del lugar. Corrí varios metros hasta llegar a un callejón, vi mi reflejo en la ventana de un carro y vi mi rostro cubierto de sangre, era la viva estampa de un monstruo <> abrí la tapa de un basurero y lancé el cuerpo de la mujer allí, me limpié la sangre de la cara con la bufanda y la tiré llorando, cayendo al suelo sentada recostada de una pared, me sentía terrible, había asesinado a alguien y lo peor es que ese alguien estaba en un basurero, me sentía como los asesinos en serie; miré de nuevo al cielo

-Por qué no me protegiste!? Me prometiste que todo iba a estar bien, que todo iba a ir mejor… lo prometieron!!!_ grité hacia el cielo, claramente estaba tratando de comunicarme con el arcángel Miguel o con quien fuera de arriba. Me quedé allí llorando unos pocos minutos, hasta que tomé fuerzas de levantarme, ya no sentía tan fuerte esa sed quemadora por dentro. Miré a mi alrededor y aun estaba lejos de casa, no podía exponer a más humanos ni deseaba correr más, vi el carro que estaba frente a mi, abrí la puerta con poca dificultad, vi bajo el tablero y arranqué unos cables, los pelé y los junté para que hicieran contacto y funcionara el arranque. Por fortuna la operación surtió efecto y manejé directo a casa.

lunes, 14 de marzo de 2011

Capitulo 18

Metamorfosis

Poco a poco me fui sumergiendo en una oscuridad total, sentía como si caia al vacio muchos metros hacia abajo, parecía eterna esa caída. De pronto estaba justo en la calle donde me atacó el vampiro, pero todo estaba devastado, como si un gran incendio hubiera acabado con todo, apenas se reconocía el lugar, pero a mi alrededor no había nadie, estaba solo yo, caminé esquivando los escombros y restos en llamas en busca de alguien que me ayudara. Caminé unos pocos metros cuando escuché unos gritos de dolor, voltee bruscamente hacia el sonido pero no vi a nadie; corrí a ver si se trataba de alguien en apuros; corrí y corrí pero no encontraba de donde provenían los gritos. De pronto entre tanta desesperación me detuve al ver algo que se movió detrás de un edificio, fui a ver de qué se trataba con mucho cuidado, escuché los gritos de una muchacha pidiendo piedad a pocos metros de mí, me recosté de la pared de inmediato respirando rápidamente, me fui hacia la salida de ese callejón a ver si lograba ayudar a la chica, vi a través de un vidrio roto que había en el suelo que dos criaturas sujetaban a la chica, eran las criaturas más espantosas que había visto en mi vida, no tenían una forma de describirlos, la cuestión es que no eran humanos, eran alguna especie de monstruos; algo dentro de mí en ese momento me dijo <> le hice caso a ese pensamiento de inmediato y salí corriendo a toda velocidad de ese lugar.

Atravesé varios metros corriendo a toda velocidad, todo estaba devastado, había fuego por todos lados, humo, escombros, todo estaba en ruinas <>, me detuve a observar todo, a pesar de haber corrido tanto, no tenia sed, no sudaba, pero sentía el vapor de todo ese clima, me sentía extraña, como dentro de un sueño, pero todo era tan real <> pensé de forma inesperada, donde podría estar mi hermana, mis amigos?, volví a correr por los que apenas se distinguía de calle hacia mi casa, estaba relativamente cerca por lo que pude reconocer.

Corrí y corrí hasta que llegué a mi calle, había gente tirada en el suelo muerta, calcinada, todo ese ambiente me daba ganas de llorar, seguí hacia mi casa; cuando logré divisarla estaba igual que todo, quemada, apenas en pie, entré desesperadamente buscando a mi hermana, cuando vi en las escaleras, Vanessa y Sam estaban mutilados de forma atroz, sentí un nudo en la garganta al ver aquello, seguí a la sala y los padres de Vanessa no escapaban de ese estado, me llevé las manos a la boca en señal de sorpresa, en la cocina me conseguí a mis padres, Andrés y a Adriana con un puñal en el estomago tirada encima de Simon quien estaba bañado en sangre. Me tiré en el suelo llorando desesperadamente, sentía un dolor indescriptible, sentía que el aire me faltaba <> no recordaba que algo hubiera sucedido. Me levanté dificultosamente y vi a Adam parado afuera casi inmóvil, salí corriendo

-Adam!, Adam!_ me detuve en seco cuando se dio la vuelta hacia mi, sus ojos eran negros en su totalidad_ Pero como…?

-Hola Alexandra…_ dijo Adam con una voz que no era suya, en extremo grave, como si estuviera viendo El exorcista. Fruncí el entre cejo sin entender_ ya se que no entiendes nada, pero tranquila, ya te lo explicaré…_ me tomó del hombro derecho, yo me aparté de inmediato asustada

-Quien eres? Tú no eres Adam…!_ el cuerpo de Adam lucia intacto, incluso sonreía

-Vamos a sentarnos para explicarte que es lo que sucede_ dijo de forma tranquila, extremadamente tranquila, sin prestar atención a mi estado de alteración. Tomo mi brazo para guiarme hacia el porche trasero pero se lo arrebaté_ Ok, ok…_ quitó sus manos de mi y se sentó en el borde del piso de madera del porche trasero de mi casa

-Qué está sucediendo? Que le hicieron a mi familia?

-No tienes idea de donde estás?_ lo miré con incógnita

-Se supone que en mi casa

-Y estás en lo correcto…

-Que sucedió? Por qué todo está tan destruido? Quien eres?_ quería respuesta inmediata a todo, sentía que iba a explotar

-Recuerdas lo que te sucedió antes de estar aquí

-Un vampiro me mordió…_ dije recordando el momento perfectamente, el cuerpo de Adam levantó las manos con las palmas hacia arriba mostrando el lugar sin decir palabra alguna. Me quedé en shock tras analizar aquello

-Bienvenida al infierno nena_ me llevé las manos a la boca mientras las lágrimas se desbordaban de mis ojos, quería decir que en efecto quien poseía a Adam era un demonio, me dispuse a echarme a correr hacia el bosque, pero el demonio me interceptó_ no puedes ir a ningún lado, por más que corras no puedes escapar, tu alma me pertenece ahora, vaya que diste lidia mientras eras humana_ no sabía que hacer, estaba desesperada, hiperventilaba, quien era ese demonio?_ y no te preocupes que tu familia está “bien” pero supongo que eso va a cambiar cuando despiertes de tu transformación, mientras este será tu infierno, verás las cosas que más te duelen, pasarás la eternidad sufriendo

-Quien eres?_ me atreví a preguntar con mucho miedo

-Bueno unos me conocen como el diablo, otros como Satán, pero mi nombre es Lucifer_ sentí como si me fuera a desmayar_ si, si, si algo increíble, pero soy yo usando como vestido el cuerpo de tu novio_ hizo una pausa_ pero basta de tanta charla, ya es hora que vaya arriba a mandarme más humanos para acá y disfruten de su estadía en este spa_ dijo señalando todo_ saludos a mis amigos los vampiros…_ se despidió moviendo levemente la mano y puso la otra en mi cabeza y desperté viendo la luna llena adornando el cielo oscuro.

Me levanté respirando aceleradamente, de pronto oí voces a lo lejos pero las oía con nitidez, olía a pollo asado. Recordé lo que había pasado y me llevé la mano derecha a mi cuello en busca de alguna herida y no tenía nada, pero vi mi ropa y estaba bañada en sangre, vi mis manos y estaban igualmente llenas de sangre; al percibir el olor de mi propia sangre me dio un dolor de cabeza brutal y repentino, sentía que algo me quemaba por dentro, se despertó dentro de mí una sed indescriptible, como si llevara semanas sin probar una gota de agua, sentía que algo salía de mi boca, la abrí en señal de emergencia a ver que era, cuando palpé, sentí que eran mis colmillos saliendo, sentí una desesperación espantosa <> recordé a Simon cuando me contó a mí y a Adriana que la metamorfosis constaba de 48 horas cuando murió Shannon hacia ya casi 2 años, empecé a ver a mi alrededor y estaba en el medio de la nada, mi vista tenía un alcance impresionante, en efecto era un vampiro, mis sentidos se había agudizado asombrosamente, me sentí desesperada, que se supone que iba a hacer ahora? La sed me estaba enloqueciendo, vi cerca un río y fui hasta la orilla y tomé con la mano algo de agua, pero la sed continuaba ardiente dentro de mi <> me dije a mi misma, traté de pensar, pero la desesperación me tenia obstruida

-MIGUEL! PETER! POR FAVOR VENGAN….!!! LOS NECESITO POR FAVOR!!!_ grité llorando esperando que alguno de ellos apareciera mágicamente en frente de mi, pero no recibí respuesta alguna

viernes, 11 de marzo de 2011

Capitulo 17

Tortura

(Por Adam Vangarret)

Abrí los ojos lentamente, sentía dolor en todo el cuerpo, me sentía débil, todo era borroso, estaba en un lugar oscuro, donde apenas se colaban los rayos del sol entre las paredes de madera, miré hacia un lado y Bea estaba atada en otra jaula diagonal a mí, yo fue entonces cuando sentí la tensión de mis músculos, estaba atado de manos hacia el techo, miré hacia arriba y había algo que no distinguía bien que desprendía algún liquido, era ajo diluido en agua bendita, eso era lo que me mantenía tan débil, sentía que quemaba mi piel, Bea no estaba despierta, ella estaba en las mismas condiciones que yo. Traté de agudizar mis oídos a ver si escuchaba voces cerca, pero lo más cerca que oía era fuera del lugar, era evidente que nos mantuvieran vigilados

-Bea… Bea! Despierta maldita sea! Tenemos que salir de aquí…_ dije apenas pudiendo pronunciar, mi mente pensaba lo más rápido que podía en una forma de liberarnos y salir con vida de aquel lugar, fue cuando Alex me vino a la mente, por ella era que había decidido dejar de existir, y viendo la situación en la que estaba, era de “muerte” solo que en mis planes no estaba incluir a nadie, solo yo, ahora debía salvarme para poder salvar a Bea, ya que ella no tenía la culpa de absolutamente nada.

A su vez pensaba y sabia que no podía salir de allí solo con Bea, íbamos a necesitar ayuda, pero como iba a hacer para informarles a Sam y los Adams donde estaba, si no tenia n i la más mínima idea de donde me hallaba. Fue entonces cuando recordé mi charla con Miguel <<…La única forma que puedas decidir como morir es si te suicidas, de resto no le exijas ni al cielo ni al infierno como terminar con tu vida… acabaremos contigo cuando queramos, mientras seguirás existiendo, no sin antes sufrir los daños que causaste…>>

Si esta era la forma que tenia Miguel de hacerme pagar lo que hice, estaba de acuerdo, pero Bea debía quedar fuera de esto, ella no era parte del plan

-Miguel, sé que me estás escuchando, exijo que vengas, sabes que Bea no era parte de esto_ me quedé callado por pocos segundos pero no recibí respuesta_ Ven imbécil!!!

-A quien se supones que llamas?_ entró un muchacho de cabello negro, me quedé callado mirándolo. Me dio un disparo con una bala de madera, sentí como penetraba la bala en mi pierna como si abrieran una herida poniéndole un clavo caliente_ Te pregunté a quien llamabas…

-A ti que te importa…_ el chico sonrió de medio lado y me apuntó de nuevo con el arma y luego la desvió hacia Bea y le disparó en el estómago, ella se despertó pegando un grito de terror

-No! A ella no!

-Ok, está bien, ya veo que ella es tu debilidad. Si accedes a responder lo que te pregunté y todo lo que te pregunte estará bien tu amiga

-Adam….?_ dijo Bea con voz de dolor

-Aquí estoy Bea…

-Awww… que tierno…_ dijo de forma falsa, lo quería matar con todas mis fuerzas_ bien ya veo que te llamas Adam, ya lo sabía, como es que llegaste a ser vampiro?

-Como llegaste a ser tu un bastardo lo mas probable…_ dije de mal humor

-Ahm…_ me volvió a disparar_ mala respuesta, a ver intentemos de nuevo COMO LLEGASTE A SER VAMPIRO?

-En 1896, mi prometida me convirtió para que nos amaramos eternamente

-Wow! Que romántica forma de demostrar el amor. Y como es que conociste a Alexandra Torres?_ sentí que un fuego se encendió dentro de mi cuando oí su nombre de su boca

-COMO SABES DE ELLA!?_ mis colmillos sobresalieron, e hice fuerza para tratar de desamarrarme

-Tranquilízate… que no estás en posición de alterarte, mira que así te debilitas más rápido_ hizo una pausa_ la conozco por casualidades de la vida, y ella nos llevó a ti_ en eso se oyó una puerta abrirse del lado derecho, entraron un hombre y una mujer, ambos estuvieron en mi caza

-Vaya Zac, que tenemos por aquí? Ya despertaron nuestros huéspedes…_ Bea se veía mal, desgastada

-Cuanto llevamos aquí?_ preguntó Bea con poca fuerza

-4 días, pensé que no iban a despertar nunca, parece que se nos fue la mano con el ajo y el agua bendita, no?_ dijo el hombre que parecía ser el líder, era alto, con algunas canas, de unos 40 años, cabello castaño y ojos café

-Ustedes fueron los que buscaron a Alex, cierto?_ preguntó Bea, dejándome incógnito ante aquello

-Sabíamos de sobra que ella sabía dónde estaba Vangarret, pero al ver que ella no nos dio pistas, decidimos vigilarla, ella nos llevó a ti y tú a él

-Libérenla a ella! Ella no tiene nada que ver con esto…_ les pedí de forma impetuosa_ ellos rieron amargamente_ yo fui quien mató a esa humana

-Tú crees que se trata solo de ti? Ella también es como tú, y también asesinó humanos para alimentarse_ dijo la mujer. La desesperación me quemaba por dentro. El hombre mayor abrió mi jaula

-A ver, a ver… intentemos algo; si cooperas no será tan doloroso_ hizo una pausa mirándome a los ojos_ donde están los demás de tu clan?_ me quedé observándolo, sin quitarle los ojos de encima desafiándolo sin pronunciar ni una palabra_ probemos con esto_ sacó un crucifijo grande de su espalda de plata y lo pegó a mi pecho, quemándome de una forma terrible, grité del dolor como si me pusieran una pieza de metal ardiendo en fuego

-No! Adam!!!_ pude escuchar a Bea gritando

-Habla vampiro! Si no paga ella…

-No les voy a decir ni una palabra…_ dije tragándome el dolor que sentía, vi a Bea conectando nuestras miradas <>. La mujer tomó una cerbatana y apuntó a Bea con ella, disparándole agujas posiblemente llenas de ajo con agua bendita, ella se retorcía del dolor gritando, pidiendo piedad, repitieron el mismo procedimiento por varios largos minutos, pero no obtuvieron respuesta de ninguno de nosotros dos.

-Bien, bien, bien, ya veo que no están dispuestos a colaborar, seguirán atados, muriendo lentamente sin sangre, muriendo de sed, y con unas sesiones de más torturas como esta, todo hasta que hablen o mueran_ salió de mi jaula cerrándola de nuevo con el candado_ bueno… si es que se puede morir dos veces…_ golpeó levemente uno de los barrote de mi jaula sonriendo malévolamente y le ordenó a la mujer y el chico llamado Zac que salieran de allí

viernes, 4 de marzo de 2011

Capitulo 16

El fin de mi vida y el comienzo de mi inmortalidad

La preocupación me atormentaba, no tenía ni una pista de donde podría estar; el hecho de que esos cazadores estuvieran detrás de él no me agradaba, y me daba mala espina la idea de que él fuera el asesino de la chica de la carretera, y que tal si lo fuera? Que iba a hacer entonces? Pero en realidad lo que más me preocupaba era que iba a hacer para encontrar a Adam y evitar que algo le pasara.

Que peligro se supone que me aguardaba ahora, esta vez me tocaba proteger a Adam? La verdad ya estaba cansada de tanto batallar, cuando iba a ser el día que iba a salir de toda esta locura paranormal? Pero en el fondo sabia que mientras siguiera en Sioux Falls o cerca de los muchachos, esa historia iba a continua. Lo peor de todo es que ellos eran parte esencial de mi vida, lo quería demasiado como para querer apartarlos de mí, luchaba diariamente con el sentimiento de amor y desamor hacia Adam, me había desgastado mucho emocionalmente tratando de alejar a Adam de mi, y lo había logrado, prácticamente se había esfumado, hasta el punto de desaparecer, pero realmente eso no era lo que quería, lo quería tener cerca pero no sin el yunque de querer tener una relación, sabía que era mucho pedir para él. Era una situación muy complicada, pero lo que deseaba era encontrar a Adam.

La angustia y la intranquilidad me tenían loca, iba a abrir una zanja en el suelo de caminar de un lado al otro en mi cuarto, miré a través de la ventana y estaba empezando a oscurecer, abrí mi closet y busqué una chaqueta negra y una bufanda gris, tomé mi celular, mis llaves y salí de mi casa a caminar, hacia bastante frío afuera, hacia mucha brisa, saludé a un par de vecinos que llegaban de sus trabajos, como si nada pasara en el mundo. Caminé y caminé hasta que decidí ir a visitar a Simon, a ver si se me despejaba la mente. Tomé un taxi que iba pasando hasta la Clower Avenue, me bajé justo en frente de la casa de los Morris, era bonita, amarillo pálido con detalles en blanco y marrón (madera). Le pagué al taxista y me dirigí a la puerta de madera del frente y toqué el timbre, abrió una muchacha de unos 16 años

-Hola, buenas noches, estará Verona o Andrew?

-Si, quien la busca?

-Alexandra Torres… Alex, diles que Alex_ en eso se escucharon unos pasos en las escaleras

-Quien es Abby?_ era una voz masculina, pronto se descubrió quien era_ Alex? Que haces aquí? Pasa adelante_ sonreí amablemente

-Hola Andrew, disculpa la hora, solo estaba caminando cerca y pensé en visitarlos un rato nada más

-Me parece bien. Ella es Abby la niñera de Simon. Abby ella es amiga de la casa

-Mucho gusto, Abby_ era una muchacha de complexión física rellena, cachetes abultados, mirada dulce, peliroja, pecosa, muy linda la verdad, tenía una sonrisa de ángel se podría decir_ si me disculpan voy a seguir trabajando

-Abby por favor trae a Simon para que Alex lo vea, se que es su amiga por lo que me ha contado Verona

-Y Verona?

-Está en casa de sus padres viendo a su papá que esta algo enfermo, debe regresar mas tarde. Toma asiento_ me senté en la sala, la casa era amplia

-Que tal el trabajo en la primaria?

-Bien, fuerte, los chicos consumen enormemente_ en eso llegó Abby con Simon, se puso en frente de mi, apenas me vio estiró sus brazos para que lo cargara, eso me llenó de alegría

-Hola Simon! Tenía días sin verte, cómo estás?_ sonreía haciendo ruidos de bebe que me encantaban, nos hacia reír a todos en la sala

Estuve alrededor de una hora con ellos allí conversando y conversando, jugando con Simon, era increíble la paz que Simon aun me brindaba, eso se lo iba a agradecer aun siendo un bebé

-Bueno es tiempo de marcharme, ya es tarde…_ me levanté con Simon en los brazos

-No vas a esperar a Verona, o cenar? Aun es temprano

-No gracias Andrew, luego vendré con más tiempo_ caminamos hacia la puerta y le di a Simon_ Gracias…

-Por qué?

-A ambos, gracias Simon!

-No lo entiendo…

-No te preocupes, gracias por recibirme un rato. Saludos a Verona por favor

-Con todo gusto Alex_ me despedí de Simon con un beso en su frente y me alejé hacia la calle, cuando noté que Andrew había cerrado la puerta y escuché el llanto de Simon desde adentro

-Awww… pronto te vendré a ver de nuevo…_ dije en voz alta viendo hacia la casa

Me eché a caminar, el frio se había intensificado, eran cerca de las 8.30 de la noche, las calles estaban solas, eso era algo extraño, caminé varios metros esperando que algún taxi pasara para irme a casa, pero mientras caminaría. Una brisa fría y fuerte me azotó, lanzando mi cabello contra mi cara, logré despejar mi cara mientras caminaba, sentí que alguien venia caminando detrás de mi, voltee y no había nadie <> continué caminando acelerando un poco el paso, volví a voltear y no había nadie, volví al frente y tenía a un hombre justo delante de mí, me puse nerviosa, mi corazón empezó a acelerarse, el hombre en cuestión respiró profundamente y sus ojos se llenaron de sangre_ Ay no…!_ Traté de correr en dirección opuesta pero me interceptó inmediatamente_ que quieres?_ toqué mi cuello desesperada en busca de mi collar pero no lo tenía puesto, al parecer se me había caído. El vampiro desapareció de repente y aproveché de salir corriendo_ AUXILIO!_ algo me cortó el brazo, pero no vi lo que era_ Déjame en paz! Que quieres de mi?_ me detuve hiperventilando, me dispuse a seguir corriendo a pesar de saber que era inútil cuando sabia que un vampiro era el triple de veloz que yo. Me volvió a interceptar tomándome por los brazos, sus colmillos sobresalían ferozmente, me miró unos pocos segundos y clavó sus dientes en mi cuello_ NOOOOOOO!!!_ sentí un dolor indescriptible, sentía cada gota de sangre que salía de mi cuerpo, era desgarrador, no me podía liberar de él. Me fui desvaneciendo poco a poco, hasta ir perdiendo fuerzas y el sentido hasta que todo se borró por completo.

jueves, 3 de marzo de 2011

Capitulo 15

Cazar o ser cazado

(Por Adam Vangarret)

Luego de incendiar el carro de la chica, percibí que alguien me observaba, lo sentía, intenté olfatearlo pero no pude, porque enseguida la carretera se iluminó con las luces de una camioneta y decidí huir. Me interné en el Great Park, corriendo a toda la velocidad que mi vampirismo me permitía hasta llegar al Arrowhead Park, era un lugar seguro para esconderme, quedaba alejado de Sioux Falls a más de 3 horas de carretera, encontrarme allí sería difícil; era un buen lugar para acabar con un vampiro sin alarmar a los humanos.

Al día siguiente encendí mi celular y tenia miles de llamadas perdidas de Sam, Bea y Alex, además varios mensajes de texto y voz, pero no tenía la intensión de contestar ninguno. Pasé horas sentado en un árbol cerca del puente del parque observando el agua

-Pensando en lo que hiciste anoche…_ dijo una voz detrás de mi, voltee enseguida, era Miguel

-Hasta que por fin apareces…

-Creo que no era la manera correcta de llamarme…_ se acercó a mi, la gente que estaba en el parque parecía no percatarse de nuestra presencia

-Digamos que fue una medida desesperada_ dije de mal humor

-Actúas como humano, eso en cierta forma es bueno, sí solo no hubieras matado a alguien

-Bien, y que esperas para desaparecerme?_ dije con el miedo de que actuara rápido, pero eso sería lo mejor

-La única formas que puedas decidir como morir es si te suicidas, de resto no le exijas ni al cielo ni al infierno como terminar con tu vida

-Que me estas tratando de decir con eso?

-Que acabaremos contigo cuando queramos, mientras seguirás existiendo, no sin antes sufrir los daños que causaste_ no pude decir ni una sola palabra, porque ya Miguel había desaparecido, no parecía molesto, ni tenía expresión al decir todo aquello <> Ahora que se supone que debía hacer? Por lo visto matar a toda la humanidad no serviría de nada. Cuál sería mi plan b? era justo en que estaba pensando… fue entonces cuando encontré la respuesta <> era difícil, pero tenía que hacerlo.

Pasaron un par de días y no había bebido ni una gota de sangre, me fui a lo más profundo del parque para no percibir tanto la presencia de los humanos, la sed se estaba volviendo torturadora. Me tiré en el suelo, recostándome de un árbol a leer un libro muy antiguo, ya las páginas se caían pero era literatura vieja “El diario de Anne Frank” edición 1934; lo hurté de la cabaña abandonada que había cerca, bueno técnicamente no es hurtar cuando no tiene dueño, ya llevaba días allí y nadie había portado por ahí. Lei por varias horas hasta quedarme dormido.

<<…Estábamos en casa de Alex todos reunidos menos ella, celebrábamos nuestra boda, hasta sus padres habían venido.

-Adam ven aquí_ vino Adriana llevándome del brazo a la cocina discretamente

-Que sucede?

-Donde está Alexandra?

-Arriba, en el baño supongo_ no terminé de decirlo cuando Alex apareció mágicamente en la puerta de la cocina

-Continuemos con la celebración_ dijo sonriendo abiertamente extendiendo su mano derecha hacia mí, le devolví la sonrisa al igual que Adriana, pero ella lo hacía de forma falsa, incluso se puso nerviosa al verla, algo estaba mal con Alex evidentemente, se veía diferente, tal vez le hacía falta llevar un poco de sol, su mirada no era igual de hecho. Tomé su mano y nos fuimos de nuevo a la sala. Habia un sujeto que nunca había visto, pero no se distinguía su rostro, era borroso, estaba en una esquina de la sala, cerca de la ventana, no le quitaba la mirada a Alex de encima, la acerqué a mi torso, estaba helada_ Brindamos?_ sonrió nuevamente. Voltee a la ventana donde estaba el otro sujeto y ya no estaba, estaba detrás de nosotros sirviendo los vinos_ recuerda como debes servirlo_ dijo Alex en un susurro, fruncí el ceño sin entender, fue entonces cuando me hizo señas que le estaba hablando al sujeto incognito, segui sin entender. Entonces entre Adriana y él ayudaron a repartir el vino tinto, tomé una copa junto con Alex, pero el olor que percibí era de sangre, otras copas tenían vino, la de los humanos nada mas, se dio vino tinto para confundir a la vista de los humanos, pero mi sorpresa fue que Alex también tenía una de sangre

-Por la felicidad de Alex y Adam, que se que va a ser para siempre como en los cuentos de hadas, tu eres la princesa de tu propio cuento hija…_ dijo su mamá orgullosamente haciendo sonreír a todos en la sala incluso a ella, todos levantaron su copas

-Salud!_ se chocaron los cristales de las copas, Alex volteó hacia mi mirándome a los ojos, sus ojos eran fríos, vacios, malévolos, tomo un sorbo de su trago y aparecieron unas manchas de sangre en sus ojos…>>

Abrí los ojos violentamente, percibía un olor familiar cerca, el crujido de una rama al partirse fue lo que me despertó, en eso vino corriendo hacia mi alguien (un vampiro) era Bea, quien me sorprendió al darme un abrazo, pero aun sin entender la volqué contra el suelo con mi súper fuerza y velocidad

-Bea?_ sonrió y volvió a abrazarme fuerte_ pero como me encontraste?

-Instinto…_ sonrió de nuevo pero luego frunció el ceño drásticamente y me dio un puñetazo en la cara_ Por qué desapareces así? Dime que tú no tienes nada que ver con el asesinato de la carretera…_ voltee la cara luego del golpe, golpeaba muy bien para ser mujer y vampiro

-Si fui yo…_ si cara de rabia se transformó en tristeza

-Por qué lo hiciste?

-Las razones no importan, solo quiero dejar de existir, pero al parecer eso no se me puede conceder

-Ahora qué demonios!? Por qué quieres dejar de existir?

-Eso no importa

-No importa!? No importa tu hermano, Alex, tus amigos? Ellos están viviendo un infierno al no encontrarte y no sabes las consecuencias de lo que hiciste. Hay cazadores de La sociedad de Leopoldo buscándote_ eran cerca de as 6.30 de la noche, ya a esa hora el parque estaba desierto, era seguro que solo estábamos Bea y yo. Al menos eso creía hasta que percibimos un olor a humanos

-Viniste con alguien?_ Bea negó con la cabeza_ hay que ir a averiguar quien anda por ahí, vamos_ caminamos a nuestra velocidad sigilosamente cuando vimos un humano con una escopeta y una linterna caminando entre los arboles

-Son ellos…!_ dijo Bea con algo de temor, le tapé la boca con la mano ya que el sujeto percató nuestra presencia, solo que estábamos encima del árbol, nos movilizamos rápidamente y el chico empezó a disparar a los arboles sin tener un blanco, mientras nosotros nos deslizábamos entre los árboles, habían más de ellos

-Viste algo Hunter?

-Está aquí, está en los arboles_ los dos hombres y la mujer que había llegado miraron hacia los arboles apuntando con sus armas. Bea estaba varios metros de distancia_ Sigamos buscando, nadie sale de aquí hasta tener a ese vampiro en nuestras manos_ dijo el que parecía ser el jefe y siguieron caminando viendo hacia arriba. En realidad esta era mi oportunidad perfecta para morir, lo que me preocupaba era Bea, así que tendríamos que deshacernos de ellos para salvarla

-Que vamos a hacer ahora?_ dijo Bea en voz baja desde donde estaba

-Si ellos vinieron a cazarme, yo los cazaré a ellos_ vi a Bea y afirmó con la cabeza y le hice señas para ir tras ellos. Corrimos entre los arboles habilidosamente si casi hacer ruido siguiendo a los cazadores. Le dije con la mano a Bea que se detuviera, ya que llegaron a donde estábamos originalmente, hallaron mi libro

-Literatura antigua, típico de vampiros…_ dijo la mujer de mal humor_ sabemos que estás aquí Vangarret!_ le hice señas a Bea para que abordara al tipo que estaba cerca de ella, yo atacaría al jefe y luego al otro sujeto, mientras Bea mataba a la mujer.

Yo fui el primero en bajar, Bea me imitó, logramos matar a nuestras primeras victimas

-SON DOS! AQUÍ ESTÁN!_ gritó el hombre tomando su pistola al igual que la mujer, sonreí con sangre chorreándome de la boca al ver las armas y me dispuse a atacar al hombre, cuando sentí que algo se clavó en mi espalda produciendo mucho dolor

-ADAM!!! AHHHH!!!_ escuché a Bea gritar. Pero las flechas o lo que fueran no dejaban de penetrar mi espalda, fueron unas 5, hasta que fui cayendo poco a poco en el suelo perdiendo en sentido, me quemaba terriblemente, me sentía muy débil, era ajo en liquido y al parecer eran agujas con pequeños frascos donde lo habían metido. Miré hacia Bea y estaba tirada en el suelo. Se vinieron unos hombres encima de mí, saqué mis colmillos, tratando de atacarlos, y me dieron un balazo en el pecho, era una bala de madera, fue entonces cuando quedé totalmente inconsciente.