martes, 21 de diciembre de 2010

Capítulo 10

Algo totalmente inesperado

Ya había pasado una semana desde la muerte de Shannon, las cosas en la universidad estaban volviendo a la normalidad, Simon se quedaba hasta altas horas de la noche en mi casa vigilando con Vanessa y Andrés que todo estuviera en orden, era increíble como el pánico y la paranoia nos secuestró de un momento a otro, pero al parecer Vanessa y Simon temían más que yo, posiblemente porque sabían cómo pensaba y era Phoebe en realidad, yo me tomaba más a la ligera la amenaza que una vez me hizo de cobrarse todas las que le hice: quitarle a Adam, convertir a Chris en ángel; creo que tenía suficientes razones para quererme fuera del mapa, y para ser sincera, yo nunca le temí a la muerte, menos ahora cuando la muerte era el paraíso en comparación a ser un vampiro <Y si Phoebe decide maldecirme por toda la eternidad convirtiéndome en vampiro como Gerald lo hizo con Vanessa y la misma Phoebe le hizo a Adam?> semejante idea me aterrorizó mucho. Simon me ordenó prácticamente que no me quitara la cadena con el crucifijo y el pentagrama, era la única forma de mantenerlos fuera de mi alcance, pero suponía que Phoebe ya había pensado en ello, tantos meses de ausencia no era tan bueno como parecía, algún plan debió armarse.

Al salir de mi trabajo en la primaria Independence, Simon me esperaba afuera para escoltarme hasta la casa, era totalmente ridículo, me sentía como una súper estrella con guardaespaldas, o en su peor caso, como una niña que van a buscar a su niña al colegio. Esa tarde salí junto con los niños, estaba súper cansada, caminé hasta la entrada de la escuela y Simon estaba recostado de su camioneta como siempre solía hacer

-Hola extraño…_ le dije sonriendo y él me respondió la sonrisa, a pesar de sentirme sobre protegida en varias ocasiones por Simon, en el fondo adoraba y me encantaba tenerlo todo el tiempo conmigo cerca

-Hola extraña…_ sacó su mano derecha de atrás con una rosa naranja extendiéndomela

-Para mí?_ dije gratamente sorprendida, el corazón se me aceleró rápidamente

-Claro que es para ti? Para quién más? “Una rosa para otra rosa…”_ dijo de forma graciosa sobre pronunciando la última frase. Tomé la rosa riéndome y negando con la cabeza

-Estás loco…Gracias

-Vamos a dar una vuelta…

-A donde?

-Vamos a las cataratas…._ las cataratas de Sioux Falls eran de en sueño, sólo había ido un par de veces desde que me mudé. Conduje hasta las cataratas que quedaban a 40 minutos aproximadamente. Me bajé del carro al mismo tiempo que Simon se bajaba de su camioneta, al lado derecho habían 3 turistas tomándose fotos, Simon y yo nos paramos en la baranda, adoraba respirar aire fresco, todo ese escenario me recordaba a la laguna del bosque, tenía mucho tiempo sin ir, pero era por prevención, si alguien se enteraba que había ido sería el problema del siglo

-Qué hacemos aquí?

-No sé, se me ocurrió cuando iba camino a recogerte traerte hasta acá_ me quedé embelesada mirándolo a los ojos y sonriendo_ sé que no ha sido fácil todo esto para ti, andar prevenida sin poder andar libremente por donde quieras cuando quieras, se que el aire fresco y la naturaleza te desestresan

-Siempre sabes que hacer conmigo Simon. No te cansas de cuidarme la espalda todo el tiempo?

-Llevo 23 años cuidándotela y todavía no me canso, y te la cuidaré hasta que mueras, porque así yo muera primero que tu, siempre me tendrás contigo eso lo sabes_ ese tipo de discursos me desenfocaban por completo, me removían los sentimientos y me ponían susceptible. Automáticamente los ojos se me llenaron de lágrimas_ Oh no! No llores por favor, no me gusta verte llorar, no lo soporto…_ al oír esas palabras mis lágrimas salieron a toda presión porque recordé a Adam, él solía decirme siempre eso. Simon me abrazó fuerte, enterré mi cabeza en su pecho llorando suavemente sin hacer mucho ruido mientras el acariciaba mi cabello, voltee la cara hacia el lado izquierdo dejando mi cabeza recostada de su pecho. Nos quedamos allí suspendidos mirando la cascada en total silencio.

Regresamos a mi casa a eso de las 5.30 de la tarde, cuando llegamos a mi casa ya estaba oscuro, hacía frío, el otoño estaba en pleno. Estacioné mi carro en el garaje y Simon me esperaba parado en la acera, cuando se acercó a mi sonó su celular, era su tía Rachel que al parecer lo necesitaba

-Simon ve con Rachel, te necesita, yo voy a estar bien

-Pero es que…

-Pero es que nada, Rachel te necesita, atiéndela, si hay alguna novedad yo te aviso

-Bueno, está bien. Yo te llamo más tarde_ arrancó y me quedé viéndolo hasta que se me perdió de vista en la calle, cuando me disponía a subir las escaleras del porche apareció Peter

-Pete!? Qué haces aquí? Pasa algo?

-Hola Alex, me temo que si…_ tenia la expresión de preocupación, su presencia en lugar de causarme paz me tenía ansiosa y preocupada, algo malo debía estar ocurriendo para que un ángel volviera a aparecérseme

-Qué sucede? Chris está bien?

-Sí, él está perfecto. Se trata de Adam y Sam_ al escuchar el nombre de ambos, sentí que una corriente muy poderosa recorrió mi cuerpo

-Adam!? Que le pasó? Están bien!?

-Tranquilízate… Fueron encontrados por los demonios y al parecer no pretenden hacer nada bueno con ellos, Miguel ya fue a encontrarse con ellos_ sentí una desesperación horrible

-Donde están!? Tengo que ayudarlos…..

-No sé si hice bien con venir a contártelo…

-No me vengas con arrepentimientos Peter. Donde están Adam y Sam?

-En Australia, en un pueblo llamado Campbell Town

-Gracias por la información Peter, te debo una…_ salí corriendo hacia la puerta principal de mi casa

-Alex espera! No pensaras ir…?

-Por supuesto que voy, ambos me necesitan

-Ten mucho cuidado, recuerda que eres humana_ entré a mi casa desaforada, Vanessa venía bajando las escaleras, pasé corriendo por su lado y entré a mi cuarto, abrí mi closet y saqué un bolso grande de viaje

-Alex, que pasa? Por qué tanto apuro? Que vas a hacer con esa maleta?_ empecé a meter ropa en el bolso sin responderle a Vanessa_ Alex me asustas, que pasa?_ me paré en seco a ver a Vanessa

-Vanessa te necesito, se trata de Adam y Sam, están en peligro y me necesitan

-Pero cómo? Como sabes eso?

-Peter vino a avisarme, están en Australia, los demonios los encontraron supongo que la venganza de Phoebe comenzó

-Entonces vamos juntas, déjame decirle a mis padres…

-No! Voy sola, necesito que te quedes

-Estás loca!? Como te vas a ir sola a enfrentarte con una banda de demonios?

-No voy a estar sola Vane, Miguel está allá y otros ángeles lo más seguro, no dejaran que algo me pase, me deben mucho y yo a ellos, necesito que te quedes para que le inventes algo a mis hermanos y a Simon y los cuides por si Phoebe aparece por aquí

-Es una locura Alex, no puedo dejar que te vayas así…

-Por favor Vanessa, te necesito…_ nos miramos a los ojos por unos segundos

-Ok, ok está bien, conserva la cadena puesta y ten mucho cuidado, yo veré que les digo

-Gracias!_ me senté en la cama con mi laptop a revisar por la página web de “Qantas” la aerolínea australiana, cuando era el vuelo más cerca y había uno para las 6.00 de la mañana del día siguiente e hice la reservación.

A la 1.30 de la madrugada salí silenciosamente de mi casa, Vanessa estaba esperándome en el porche

-Ten cuidado Alex, llámame por favor para saber cómo están las cosas

-Cuídalos mucho_ me monté en el taxi que había pedido que me llevó hasta el aeropuerto de Chicago. Tomé el primer vuelo a Atlanta y luego el vuelo de las 6.00 de la mañana que me llevaba hasta Sydney.

No hay comentarios:

Publicar un comentario