lunes, 17 de enero de 2011

Capítulo 3

Regresando a la cueva del león

Pasó una semana más y en realidad no sabía a ciencia cierta si regresarme o no con Adriana a Sioux Falls; durante los últimos meses viví en una constante duda por no saber que hacer, todo me lo cuestionaba, me sentía terriblemente insegura de todo y de todos, me sentía vacía, era una sensación que nunca me imaginé sentir; pero más que adjudicarle el hecho que hubiera muerto mi hermano era la carga psicológica de haberme vuelto tan dependiente de Simon, me había acostumbrado tanto a él, aparte de llevar encima el cargo de haberle hecho tanto daño, además de ser la razón de haber renunciado a su inmortalidad y que con todo y eso fuera incapaz de corresponderle un 100%, y todo por mi maldito empeño en amar a Adam. Me vine a Venezuela huyendo del recuerdo de la muerte de Simon y Andres, del recuerdo de los vampiros, ángeles pero sobre todo de Adam, y no quería regresar por nada del mundo.

En realidad me sentía como una estúpida ahora que me detenía a pensar en mi, sinceramente yo no podía continuar así, no era parte de mi ser tan…tan…tan (como decirlo?) VACIA. Todos tenía razón en preocuparse por mi, yo viera a mi hermana así o a cualquier ser a quien quiera en mi estado actual y me provocaría bofetearlo para que regresara en sí y aunque suene mal, ya daba lastima y esa era una cuestión muy patética, algo que yo misma no me debía permitir.

Llegué a mi casa y para mi fortuna estaba mi mamá y Adriana en la cocina preparando pasticho

-Llegaste temprano hija…

-Si, me vine temprano_ Me quedé callada por un instante_ Adriana, será que puedes llamar a la aerolínea a ver si queda cupo en tu mismo vuelo para Atlanta?_ mi mamá y Adriana dejaron de hacer automáticamente lo que estaban haciendo y se me quedaron viendo dejando ver su sorpresa y sonriendo discretamente

-Te decidiste a volver?

-Debo darles la razón al decirme que estoy mal, y de verdad me preocupo por mi misma, creo que ya fue suficiente dolor

-Me parece una buena actitud, creo que ya fueron suficientes vacaciones_ ambas me sonrieron amablemente como para darme ánimos, yo les devolví el gesto.

Llegó el día; el día que había temido tanto a pesar de que no quería admitirlo, el día de regresarme a Sioux Falls. La noche anterior no había dormido, siempre me pasaba lo mismo cuando estaba en ascuas porque sabía que al día siguiente pasaría algo importante para mí. Le había pedido a Adriana que no avisara a nadie en Sioux Falls que regresábamos, ni siquiera a Vanessa, no quería que Adam se enterara, y si fuera posible y estuviera en mis manos, les borraría la memoria a todos, pero supongo que si tuviera ese poder, lo usaría en mi misma; deseaba que los 9 meses que estuve incomunicada con todo lo que tenia que ver con Estados Unidos hubieran servido para que Adam se olvidara de mi al igual que Sam de mi hermana.

Mi papá nos ayudó a montar nuestro equipaje en la camioneta para llevarnos al Aeropuerto Internacional Simon Bolívar, me sentía como una niña cuando no quiere salir de casa y se agarra fuerte de la pata de la cama mientras su mamá la obliga a salir. Me monté en el asiento trasero derecho de la camioneta y me le quedé viendo a la casa, sentía un hueco en el estomago, era más duro irse ahora; no quería admitirlo pero estaba aterrada por regresar y encontrarme con todo el escenario donde ocurrió todo.

Faltaban solo minutos para abordar el avión, estaba intranquila, mi mamá me compró un té de tilo para que me tranquilizara un poco. Llegó el momento de despedirnos, el primero como siempre fue mi papá; me dio un beso en la frente como era costumbre y me pidió que me cuidara mucho. La siguiente fue Elizabeth, ella en realidad no me dijo nada, solo me sonreía amablemente. La última fue mi mamá:

-Tranquila Alex, todo va a estar bien. Espero que cuando vuelva a verlas ya seas la vieja Alex, la Alex de siempre. Estados Unidos te hará bien hija, no te cierres a ser feliz otra vez._ asentí con la cabeza sin decir una palabra, era como si estuviera muda, porque no había pronunciado palabra alguna desde que salimos de la casa.

Tomé mis cosas y Adriana y yo nos encaminamos hacia la entrada de la aduana, pasamos y vi a través del vidrio a mis papás y a Elizabeth; fuimos caminando lento hacia la entrada del pasillo de abordaje, caminaba por inercia; Adriana iba delante de mí, hasta que se percató que no iba a su lado y volteó

-Anímate Alex! No es tan malo como parece…_ me tomó del brazo izquierdo y caminamos juntas hasta la entrada del pasillo de abordaje y entregamos nuestros Bording Pass. Nos sentamos, busqué mi iPod en mi bolsa, y escuché música durante todo el viaje. Apenas el avión aterrizó el hueco en mi estómago se hizo más profundo; tomamos un taxi que nos llevara hasta Sioux Falls, iba tensa, tenía un nudo en la garganta. Empecé a reconocer la carretera hacia mi casa, apenas entramos la calle me debatí entre sonreír y llorar. Le pagué al taxista la tarifa por llevarnos a casa, nos ayudó a bajar el equipaje y Adriana se dirigió a la puerta principal mientras yo me quedaba desde la acera observando la casa como si nunca la hubiera visto_ te vas a quedar allí parada?_ me dijo Adriana desde la puerta; tomé mis cosas y subí las escaleras del porche, entré a la casa como zombie. Los muebles tenían sabanas blancas por encima, olía un poco a humedad_ Vaya! Creo que tendremos bastante trabajo en estos días con la limpieza…_ dijo Adriana en tono más animado de lo que esperaba

-Ehm bueno si…_dije fingiendo una sonrisa. Ella me devolvió el gesto y subió las escaleras mientras yo me asomé en la sala y vino a mi mente la imagen de mi cumpleaños numero 23 y luché por contener la lágrima que se aproximaba a salir. Me volví para ir al piso de arriba, pero apenas voltee mi cuerpo Vanessa estaba detrás de mí como un fantasma, me dio un susto de muerte, me puse la mano en el pecho

-Regresaron!_ saltó encima de mi y me abrazó sin casi dejarme respirar_ Wow! El corazón se te va a salir

-Obvio! Casi me matas del susto…_ dije con obstinación y Vanessa me dio un golpe por el brazo_ Hey!

-Por qué no avisaron que venían?_ tenía el ceño fruncido_ Por qué no contestabas mis correos ni mis llamadas?_ mi obstinación se transformó en tristeza

-Digamos que no quería que nadie se enterara

-Querrás decir Adam_ subí ambas cejas sincronizadamente al escuchar su nombre. La esquivé para tomar mis maletas_ déjame ayudarte con eso

-No es necesario…_ con su “súper” velocidad me apartó delicadamente

-Sabes que no me cuesta nada cargar tus maletas, recuerda lo que soy y esto es como cargar una caja con algodón_ me sonrió y levantó ambas maletas con mucha facilidad; le devolví la sonrisa y subí delante de ella hasta mi habitación. Entré y quité la sabana blanca que cubría la cama, luego la que cubría la peinadora y el mueble del televisor, ese mueble quedaba justo al lado de la ventana; abrí la ventana una brisa helada entró a mi habitación, me quedé observando el bosque, y me di cuenta que extrañaba mucho esa vista_ Alex, estás bien?

-Si… Por qué?

-Te noto muy distante, ni siquiera te alegraste cuando me viste

-Vanessa no lo tomes personal, pero digamos que no era mi deseo regresar

-Entonces por qué lo hiciste?

-Porque supongo que no voy a estar huyendo toda la vida, aparte que tengo asuntos pendientes aquí en Sioux Falls

-Alex no me quiero meter en tus cosas, ni mucho menos en tus sentimientos, y se que ha sido muy difícil para ti, pero sabes de sobra que no estás sola. No tengo ni la menor idea de cómo la pasaste durante todos estos meses, me imagino que mal, no te niego que estuve en contacto con Adriana para que me reportara tu estado, y de verdad no quiero ser otra que te hale las orejas

-Si resulta un poco tedioso ya, pero bueno, decidí cambiar de actitud. Lo único que pido es que no esperen un cambio brusco_ sonreí falsamente_ ahora ayúdame a poner todo en orden y limpiar_ tomamos mis maletas y las tiramos en mi cama desnuda, sacamos mis cosas y las fuimos colocando en su respectivo lugar en silencio

-Y…. no me vas a preguntar por Adam?

-No, por qué tendría que hacerlo?

-No lo sé. Pero bueno, de igual forma te informo: está bien al igual que Sam, no los veo casi, solo me cruzo con él de vez en cuando, la verdad todo ha estado tranquilo desde que ustedes se marcharon. Y como dato adicional, Adam la ha pasado bastante mal desde que dejaste Sioux Falls

-Ummm, que mal…_ dije tratando de no mostrar interés

-No te provoca verlo?

-No_ dije sin pensarlo y totalmente inexpresiva

-Pero aun así, sabes que lo vas a ver tarde o temprano

-Espero que sea más tarde que temprano_ hice una pausa, tomé una camisa de mi maleta y la apreté mirando a Vanessa_ me vas a ayudar o que?

-De eso se trata, quiero ayudar

Pasamos el día limpiando la casa, ordenando las cosas con ayuda de Vanessa, y la verdad era de mucha utilidad ya que hacia todo a la velocidad de un vampiro. Era extraño estar en casa de nuevo, sin Andrés, ahora solo éramos Adriana y yo, con la ayuda de Vanessa y sus padres, eso lo sabía de sobra, pero lo que también sabia, era que Vanessa tenía razón al decirme que tarde o temprano Adam iba a aparecer, y la verdad yo no sabía si estaba lista para ese encuentro.

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