sábado, 19 de febrero de 2011

Capitulo 12

Viviendo mí infierno

(Por Adam Vangarret)

Alex me había pedido ayudarla a conseguir a Mazzocca hacia ya un tiempo, y la verdad que no sabía por dónde empezar a buscarlo, hasta que se me ocurrió salir de Sioux Falls aprovechando que estaba Bea ayudándome en el taller. Esta era una labor difícil, porque en el fondo no quería conseguir a ese bebé, de cierta forma él había muerto dejándome el espacio libre para poder continuar lo que un día decidí empezar con Alex, algo que se rompió por mi propia culpa, por quererla proteger, y no sabia que estando con ella sería la mejor forma de protegerla y de amarla.

Ese jueves fue un día pesado en el taller, había varios carros que reparar, pero menos mal que habíamos dos vampiros a cargo ya que gracias a nuestra destreza podíamos hacer todo a una velocidad totalmente diferente a los humanos

-Antes de ser vampiro, como era tu vida?_ me pregunto Bea desde debajo de un Malibú

-Creo que ya no lo recuerdo muy bien

-Oh, vamos! Exprésate, debemos hablar de algo mientras pasamos el tiempo_ la verdad Bea era muy graciosa y su compañía era agradable, en ciertas ocasiones porque en otras quería que se callara o se alejara de mi

-Vivía con mi familia justo donde vive Alex ahora, mi padre era un diputado del consejo municipal de aquel entonces, yo no era muy dado con la sociedad para ser sincero, para aquel entonces estaba comprometido con Phoebe, Sam era el hijo ejemplar, el que obedecía en todo a mi padre, mi madre era la típica mujer sumisa, pero yo la amaba_ mi madre era uno de los pocos recuerdos que tenia de mi vida como humano, era la que siempre me apoyaba

-Y que pasó con ella?

-Murió de tuberculosis cuando yo tenía 19 años

-Oh! Que mal… lo siento mucho. Y como es que terminaste siendo vampiro?

-Phoebe me transformó por egoísmo, me quería junto a ella toda la eternidad, hizo un pacto con el diablo para que la hiciera inmortal y a la vez a mí, y yo convertí a Sam, digamos que no quería estar solo en esto_ hice una pausa_ bueno basta de mi pasado, que cuentas del tuyo? Que solías ser cuando eras humana?

-Una campesina, no hay una gran historia detrás la verdad. Fui convertida por un sujeto la cual no conocía que me atacó cuando iba hacia la casa de los amos…_ oí el motor de un carro a lo lejos, y no tardó en aparecer ante mi vista el carro de Alex

-Alex que haces aquí?_ pregunté enseguida al verla, no era muy común su visita, pero me ponía feliz y me sentía con vida cada vez que la tenia

-Hola Alex!_ saludó Bea

-Hola…_ Alex sonrió tímidamente_ solo vine a ver si querías cenar en mi casa. Ehm, tú también puedes venir Bea, estás invitada

-Vaya! Gracias…_ dijo Bea con el típico entusiasmo que la caracterizaba. La miré negando con la cabeza, Bea tenía algo suelto en su cerebro

-Está bien, ya estaba por cerrar aquí_ dije fingiendo indiferencia

-Lo estabas? Pensé que cerraríamos a las 5.30 como siempre_ Vi a Bea con ciertas ganas de matarla

-Bueno hoy cerraremos temprano. Ve por tus cosas para irnos con Alex

-Está bien jefe, como usted diga…_ sonrió, soltó una llave inglesa que tenía en la mano y se fue a la parte de atrás del taller

-Y que celebramos?_ le pregunté a Alex algo confundido

-La verdad nada, solo quería algo de compañía hoy_ me quité la franela que tenia llena de grasa

-Wow! Tu corazón sí que late rápido. Espero que no sea el culpable de eso_ la verdad dije eso con la intención de hacerla sonrojar, adoraba eso en ella, y dio resultado, pero sinceramente al ver gran cantidad de sangre en su cara me produjo algo de sed

Nos fuimos a recoger a Adriana en la biblioteca donde trabaja y de allí nos fuimos al supermercado ya que iban a comprar con lo que se haría la cena, la verdad la presencia de Bea, Sam, Vanessa y yo era solo por acompañarlas a Adriana y Alex, porque nosotros no comemos, solo llevábamos unas cuantas bolsas de sangre del hospital y con eso estaríamos bien.

Nos detuvimos en el supermercado y por un momento prolongado Alex se me fue de la vista hasta que la escuche del otro lado del pasillo hablando con una mujer y un hombre, por lo que escuché era Andrew Morris, el padre de Simon, dimos la vuelta y la vimos, tenía la expresión de máxima felicidad, una expresión que nunca le había visto, tenía los ojos llenos de lagrimas a punto de derramársele. Nos presentó a los padres de Simon y al bebé, ella lo tomó en sus brazos mientras lo veía hipnotizada. Odiaba admitirlo, pero Mazzocca le daba la paz que yo no podía, por eso ella era tan feliz con él, aun así siendo un bebé.

Luego de eso nos fuimos a la casa de Alex y se pusieron a preparar la Pasta a la carbonara, no paraba de verla, sonreía sin parar, así la había conocido, eso fue lo que me atrapó, su sonrisa y esas ganas de comerse al mundo sin importarle nadie. Nos fuimos a la mesa en seguida terminaron de cocinar, el ambiente era muy agradable a decir verdad

-Oigan! Quiero decir algo…_ se levantó Bea de su silla llamando nuestra atención

-Que sucede Bea?_ pregunté mirándola algo abrumado

-Es solo que…_tomó su vaso lleno de té helado_ no había tenido la oportunidad de agradecerles a todos por haberme admitido en su clan, que debo confesar es el clan más extraño del mundo porque incluye humanos, pero eso es lo que lo hace mejor_ sonrió al mismo tiempo que nosotros_ Se que no fue la mejor manera de aparecer ante ustedes (todavía recuerdo como me apuntaba Alex con su estaca hecha con un palo de escoba)_ todos reímos_ pero aun así me dieron la oportunidad. Solo quería darles las gracias_ levantó su bebida_ Quiero hacer un brindis por ustedes_ todos nos levantamos y chocamos nuestros vasos de cristal

-No tienes nada que agradecer Bea, siempre que demuestres ser de buenas intenciones y no quieras lastimar a ningún humano, serás bienvenida en “nuestro clan”_ dije dejando escapar una media sonrisa. Intercambiamos miradas sonriendo

-Alex hablando de otra cosa. Por qué estabas tan nostálgica cargando al bebé de las personas que nos presentaste en el supermercado?_ me preguntó Adriana. Alex sonrió mientras masticaba

-No me vas a creer quien era ese bebé

-Dijiste que se llamaba Simon_ dijo Bea con la boca llena. Adriana la vio a ella y luego a Alex con los ojos abiertos como platos

-No me digas que es Simon, o sea tú Simon, nuestro Simon

-Sí, lo encontré!_ Alex dejó libre una sonrisa abierta_ Adam me ayudó a encontrarlo_ levanté ambas cejas

-Pero cómo? El está muerto. Como es que es un bebé?

-Antes de regresarnos a Venezuela, Miguel habló conmigo y me dijo que arriba habían decidido darle otra oportunidad a Simon, que iba volver a nacer, no iba a recordar nada, todo para que él pudiera elegir que camino vivir. Y desde que llegué a Sioux Falls de nuevo lo he buscado con ayuda de Adam y Vanessa

-Wow! Estás diciendo que alguien que murió hace poco ahora es un bebé?_ preguntó Bea impresionada

-Si Bea

-Sabes que no es el mismo Simon que conoces? Que no te recuerda ni conoce?

-Lo sé Adri, lo único que me importa es que está bien, que lo tengo cerca, que lo voy a poder ver crecer. Ojalá que la vida me diera la oportunidad de congelarme en edad y me diera la oportunidad que un día tuve con él

-Alex sabes que eso es prácticamente imposible_ dijo Vanessa algo seria

-Ya vengo, voy por más salsa…_ me levanté de la mesa, se me había revuelto todo, me fui directo al porche trasero de la casa, sentí que alguien me seguía_ Bea, déjame solo por favor

-Ni lo sueñes… que te sucede?_ golpee suavemente la baranda mirando hacia el bosque

-Solo quiero estar solo, no quiero ser grosero contigo

-Es por Alex verdad? Tú la amas…_ la miré con el ceño fruncido y con los ojos llenos de lágrimas luchando para que no salieran

-Más de lo que piensas…_ Bea me sorprendió con un abrazo, abrazo que me hizo mucho bien. La atraje lo mas que pude hacia mí y me refugie por un momento en ella hasta que alguien abrió la puerta de la cocina. Era Alex

-Los dejo solos…_ dijo Bea sonriéndonos amablemente a ambos y entrando a la casa cerrando la puerta con cuidado. No podía dejar de verla

-Lo siento…_ le dije mirándolo a los ojos guardando cierta distancia

-Que tengo que disculparte? Tú no hiciste nada

-Supongo que estás así por lo que dije adentro de Simon_ oir su nombre me causaba mal humor

-Eso no importa, lo que importa es lo que tú sientas

-Adam…_ ella se me acercó rápidamente tomándome de las manos, fijando su mirada con la mía_ esto se está volviendo muy doloroso para ti, es cruel apoyarme mientras sabes que mis pensamientos y sentimientos están en miles de sitios menos centrados en ti. Somos solo amigos, y así va a ser hasta el día que deje de vivir; sabes que es lo mejor, no te voy a negar que aun siento cosas por ti, pero no tengo claro que es, Simon se fue y me dejo un vacio enorme, yo lo estaba empezando a amar, y contra eso no puedo luchar, porque era realmente lo que quería…_ la furia se fue apoderando de mí y mis ojos liberaron las lagrimas que tenia contenidas_... deberías empezar algo nuevo con alguien más, alguien como tú. Por ejemplo Bea, se nota que siente algo más que afecto hacia ti, y por lo que veo tú no le eres muy indiferente_ le solté las manos y le desvié la mirada

-De verdad eso es lo que quieres?_ le pregunte de mal humor

-No se trata de que es lo que quiera, sino lo mejor

-Y lo que quieres, que?

-Si pudiera tener lo que quiero, primero que nada, ni mi hermano, ni Simon estuvieran muertos

-Alex, yo…

-Tú tienes que ir en otra dirección a la mía. Por favor olvídate de mí, no te puedo corresponder, vas a sufrir demasiado por ello y no quiero verte así, quiero verte sonreír de nuevo, dejar salir a ese Adam pícaro que conocí un día, que veas de forma especial a otra que no sea yo. Ve más allá, hazme caso con Bea

-Bea? Solo es una amiga, nunca la he visto como algo más_ en realidad nunca me había detenido a ver a Bea y tal vez Alex tuviera razón

-Pregúntate por qué pasa tanto tiempo contigo, la forma en que te mira, en que te apoya

-Está bien Alex, no voy a insistir más. Lo único que quiero es que seas feliz, así no sea conmigo_ tomó mi mano derecha con una mano y con la otra mi rostro sonriéndome algo que me derrumbaba por completo porque lo único que quería era besarla, esa era la peor tortura del mundo; fue entonces cuando me abrazó

-Gracias por estar siempre para mí…

Desde ese día no he encontrado la paz, siento un fuego indetenible dentro de mí, una ira que me carcome por dentro, amaba a Alex como tal vez nunca volvería a amar a alguien. Alex era mi todo, la razón por la cual existía, por la que era el vampiro que era. Nada tenía sentido si no la tenía, pero se supone que debía de hacer ahora? Ojalá tuviera la suficiente valentía de clavarme una estaca de madera en el corazón, pero no era así.

Decidí desaparecer por unas horas, no quería saber de nada ni de nadie, estaba claro que Alex estaba mejor sin mí. Me interné en el bosque durante varios días hasta el domingo y luego volví a casa

-Donde andabas?_ me preguntó Sam

-No es asunto tuyo…

-Que te sucede Adam? Por qué esa actitud?

-NO ES ASUNTO TUYO!_ subí a mi habitación y me di una larga ducha, parecía mentira que estuviera llorando, todo esto me recordaba la vez que nos fuimos a Campbell Town, precisamente alejándome de Alex, y ahora estaba tratando de hacer todo lo contrario.

El lunes ni martes fui a trabajar, no tenia ánimos de salir de casa, y le pedí a Bea que se hiciera cargo del taller y que no viniera bajo ningún motivo a verme, no soportaba ni mi propia presencia. Tomé una botella de tequila que había en el bar de la casa y empecé a tomarla mientras me sentaba en el piano antiguo, allí había una foto de Alex en un porta retrato que ella misma me había obsequiado una vez. Bebí durante varios minutos, quería dejar de existir pero no sabía cómo hacerlo, no era capaz de suicidarme, fue entonces cuando se me vino una idea a la cabeza.

Salí corriendo con mi velocidad por la carretera a eso de las 10.00 pm hasta que llegue al Great Park, me paré en medio del camino con la botella en la mano, ya no me quedaba mucha conciencia, había bebido demasiado, fue entonces cuando vi que un carro se aproximaba y me tiré al suelo, el carro se detuvo, era una chica, olía delicioso, era rubia, de unos 20 años, delgada

-Oye! Estás bien_ me moví un poco y me reí

-No, no lo estoy…

-Estás ebrio… es muy peligroso que estés en el medio de la nada y en ese estado_ volví a reír_ vamos, yo te ayudo, quieres que te lleve a casa?_ mi sed se intensificó, solté la botella y acorralé a la chica contra un poste a la velocidad de un vampiro y sus latidos se intensificaron debido al miedo

-Shhht… tranquila_ fije nuestras miradas para hipnotizarla, y se calmo_ nunca te han dicho que no debes hablar con extraños_ afirmó con la cabeza_ como te llamas?

-Debbie_ dijo de forma breve sin mostrar miedo

-Debbie? Bonito nombre…

-Qué eres? Un vampiro?

-Bingo!

-Y que me vas a hacer?

-Aun no lo sé… posiblemente matarte_ abrió sus ojos como platos_ pero tranquila que no dolerá mucho y será rápido_ mis colmillos salieron y los clave en su cuello bebiendo cada litro de sangre en su cuerpo hasta que la deje seca, la metí en su carro y le prendí fuego. Me quedé observando las llamas por unos minutos analizando lo que había hecho, era mi clara declaración de QUIERO MORIR, eso haría bajar a los ángeles para matarme. Esperaba que en realidad diera resultado, si no mataría a cuantos fuera necesario.

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