viernes, 17 de septiembre de 2010

Capitulo 2

Empezar desde cero

Nos devolvimos a la sala de espera y no demoramos 2 segundos cuando hicieron el primer llamado de nuestro vuelo que ya era hora de abordar el avión, todos nos miramos tristes, y nos levantamos al mismo tiempo, Eduardo fue el primero en despedirse

-Alex…..Te voy a extrañar mucho, escribe seguido, conéctate por chat o Facebook todos los días si puedes, y toma muchas fotos. Cuídate, si?

-Claro que lo haré, sabes que no puedo vivir sin computadora_ Lo abracé fuertemente, pero ya en mis ojos se estaban asomando las primeras lágrimas, era demasiado llorona desde que era niña, hasta ver una película romántica me ponía melancólica. La siguiente fue Elizabeth

-Mi loca… Nunca te olvides de mi por favor, te voy a extrañar muchísimo, ya no voy a tener con quien pasar los sábados en la tarde de críticas literarias, y eso es muy triste para mí, además que no voy a tener a mi amiga que me mire a los ojos y me de consejos sobre qué hacer con este tonto que tengo por novio_ Le dio un manotón a Ed por el hombro y el la vio con una sonrisilla dibujada en el rostro.

-Ay tonta! Sabes que siempre me tendrás así sea por una webcam, no te vas a deshacer tan fácil de mi. Y si alguno de los dos se llega a lastimar el uno al otro vengo en el primer avión que salga para acá a bofetearlos, está claro?_ Ambos me abrazaron al mismo tiempo, Eli estaba llorando al igual que yo. Y ahora venía lo más difícil: mis padres. Mi papá siguió

-Alexandra, hija… me parece mentira que se vayan, tengan mucho cuidado por allá, se de sobra que se saben cuidar y se tienen unos a los otros para cuidarse. Pero recuerda que estarán en territorio desconocido y con desconocidos y ya no estaremos para protegerlos y…

-Papá, estaremos de lo más de bien, recuerda que ya estamos en los 20 los tres y somos adultos y sabemos defendernos y cuidarnos, no solo por nosotros sino por ustedes_ Papá era a veces tan alarmista y extremista que más bien parecía la mamá, lo abracé y me dio un beso en la frente. Luego siguió mamá

-Alex, yo ya te dije todo lo que podía decirte, confío en ustedes, recuerden llamar esporádicamente y enviar fotografías, Elizabeth prometió ayudarme con la computadora a ver si termino de aprender de utilizarla_ Ambas reímos con las lagrimas en el rostro, me acarició en cabello y me dio un beso en la mejilla y me dio la bendición. Voltee a ver y Adriana se estaba despidiendo de Eduardo, y vi más allá y Andrés estaba abrazando a Liliana aferradamente, ella tenía la cara oprimida en su pecho, me sentí horriblemente triste por ellos, se veía que se amaban mucho y que la situación era fuerte, y a la vez me sentí solo, al no tener ningún novio despidiéndose de mí en el aeropuerto, no tenía un novio a quien extrañar, pero eso no tenía por qué preocuparme en ese momento, ya que no era mi prioridad, y esa no era mi pena, sino la de mi hermano.

Hicieron el segundo llamado y Adriana, Andrés y yo tomamos nuestras cosas y caminamos hacia el pasillo de abordaje, eran las 5.15 p.m. entregamos el boleto y el pasaporte y la señorita que estaba en la entrada del pasillo, Adriana y yo volteamos al mismo tiempo para verlos a todos por última vez antes de subir al avión, pero Andrés ni siquiera fue capaz de voltear, llevaba un lagrima en la mejilla, pero fue muy cobarde para voltear; así que seguimos caminando por el pasillo y subimos al avión y tomamos nuestros puestos.

Andrés iba en el puesto entre Adriana y yo, estaba callado, pero no queríamos pronunciar palabra alguna ninguno de los tres, se sentía rara la situación, así que me limité a ver por la ventanilla. La aeromoza trancó la puerta del avión y los pilotos pasaron a la cabina de control; ordenaron el ajuste de los cinturones de seguridad que ya estábamos a punto de despegar. Al momento de despegar se sentía un vació horrible de por sí, pero nunca lo había sentido tan pronunciado como ese entonces, miré por la ventanilla y se veía todo alejarse de mí. Una vez en el aire vi el mar desde la ventanilla y me dije a mi misma que iba a extrañar muchísimo mi país

-Alex, por favor pásame la bolsa de los dulces que tengo algo de hambre

-Nervios Adri?_ Le di la bolsa y vi a Andrés, no sé si se había dormido, pero lo parecía, y ese caso era algo bueno porque así descansaría un rato. Saque de mi bolso mi iPod y me puse a escuchar música un rato hasta que me quedé dormida.

Abrí los ojos de golpe porque Andrés me estaba llamando tocando mi pierna, anunciándome que ya habíamos llegado a Atlanta y teníamos que bajarnos. Nos bajamos del avión y ya estábamos más compuestos, pero apenas tocamos el suelo del aeropuerto se sintió un frío abrumador a pesar de ser verano, fue cuando me di cuenta que ya no estaba en mi país

-Vaya que hace frío aquí, no?

-Y no has visto nada Alex, en invierno esto es un congelador_ Andrés ya había venido un par de veces a Estados Unidos para unos decatlones que se hacen en Boston con estudiantes.

-Vamos a tomar algo caliente por favor!_ Fuimos a la cafetería a esperar que nos llamaran para abordar el avión que nos llevaría a Chicago que salía en una hora más o menos._ Tenemos que salir unos días a recorrer ciertas ciudades de Estados Unidos, siempre me ha encantado este país

-Si, es un país muy bonito y muy bien cuidado

-Por lo que vi en Boston, es bonito sí, con mucha nieve por cierto

-Bueno a donde vamos no hay precisamente mucho sol todo el tiempo hermanito

-Si yo sé, pero menos mal que la casa tiene calefacción_ La casa? Cierto, íbamos a tener una casa para nosotros solos, que habíamos comprado entre mis padres y nosotros cerca de la universidad, solo la habíamos visto por internet, y era muy bonita, una típica casa americana, bastaba verla en persona.

Tomamos el avión a Chicago y el viaje se me hizo rápido a pesar que teníamos que atravesar de sur-este a norte los Estados Unidos. Bajamos y esperamos nuestro equipaje en el maletero, típico de un aeropuerto, esperamos alrededor de media hora por el equipaje, y a pesar de rápido, mi maleta pesaba como mil kilos, menos mal tenia rueditas. Eran las 3.00 a.m. cuando llegamos a la salida del aeropuerto buscando un taxi que nos llevara a Sioux Falls a nuestra nueva casa.

Por fortuna el señor del taxi se sabía la dirección y nos dejó en la puerta de la casa, el vecindario era muy bonito y tranquilo, pero claro, como no iba a ser un vecindario tranquilo siendo las 4.30 de la madrugada?. Andrés le pagó al señor del taxi y se marchó fue cuando vi la casa de frente, era muy bonita, más que en las fotos, era blanca con detalles en azul de madera como típica casa americana, tenía un jardín muy poblado de grama y flores silvestres, eso me agradaba, se veía que sus antiguos dueños la cuidaron mucho.

Andrés abrió la puerta de la entrada y nos dio paso a Adriana y a mí para ser las primeras en pasar; era hermosa, todo perfectamente puesto y limpio, mi mamá había ordenado que limpiaran la casa antes de que nosotros llegáramos. A mi lado izquierdo estaba la sala, bastante espaciosa, de color hueso, con una chimenea; del lado derecho estaban unas escaleras y al fondo la cocina. Dejé mi maleta y los bolsos en el suelo y fui a ver la cocina, era del mismo color de la sala, amplia, con cortinas muy lindas, un mesón en el centro con la cocina y unas sillas altas, del lado izquierdo estaba una puerta que era la que dirigía hacia el comedor y del lado derecho había otra puerta con una ventana que daba al patio trasero, abrí esa puerta y salí, no se podía distinguir mucho por la oscuridad, solo iluminaban las lámparas de afuera y la luna que estaba llena. Alcancé a ver un juego de muebles de exteriores de color blanco con cojines con flores azules grandes que hacían juego con el color de la casa; más allá de la cerca había un bosque bastante poblado de pinos, el ambiente olía formidable, hacía una brisa ligera, pero me ponía los pelos de punta. Cuando me disponía a entrar de nuevo a la casa y vi de nuevo al bosque vi entre los arboles una silueta humana parada de frente a mi nueva casa, como la de un hombre, pero cuando aclaré la vista ya no estaba, y en ese momento pasó un cuervo volando hacia mí y se posó en la cerca a unos pasos de mi; me pareció raro, pero no le di importancia y entré a la casa

-No te parece que la casa está estupenda Alex?

-Que si está estupenda? Me encanta! Es así estilo colonial con moderno, yo no sé mucho de decoración ni arquitectura, pero es la sensación que da.

-Pues sí, que tal afuera?_ abrió la puerta por la que yo venía entrando y se asomo_ Uy no! Un cuervo! Lo viste? Está parado en la cerca…

-Si lo vi, deja el miedo, voló desde el bosque cuando estaba parada afuera y se posó allí, que tiene de raro, aquí en Estados Unidos es muy común el cuervo

-Claro! Como te va a asustar un cuervo cuando eres amante de historias raras?_ hizo una mueca como si fuera un monstruo_ Y los cuervos si dan miedo, significan algo oscuro, le sacan los ojos a los cadáveres y quien sabe que otras cosas

-Lo sé, recuerda que “…soy amante de historias raras…”

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