lunes, 20 de septiembre de 2010

Capítulo 3

Primer encuentro

Subimos y nos instalamos en nuestras habitaciones, cada uno tenía su propia habitación, me sentía rara estar sola en mi propio espacio, llevaba casi 20 años compartiendo mi espacio con Adriana, solo estuve un año y unos meses estando solo yo, pero supongo que no me acuerdo de eso, porque solo era un bebé. Mi habitación era espectacular, la ventana daba al bosque, era color hueso con detalles en madera natural claro. La cama era de la misma madera que había en las paredes con un edredón blanco con florecitas color rosa, organicé mis cosas en el closet y me senté en el asiento de la ventana a ver a través de ella hacia el bosque, me gustaba mucho la naturaleza, por eso había elegido ese cuarto, no sé por qué tenía la impresión de que alguien miraba desde el bosque, pero eso no me angustiaba en lo más mínimo.

-Que tal todo?

-Muy bien! Que tal tu cuarto hermanito?

-Muy cómoda, ya la iré adecuando a mis gustos, parece habitación de mujer de los años de 1900_ Ambos reímos_ La tuya es preciosa, encaja contigo, te traje este estante de madera que creo que lo vas a necesitar para guardar tus libros cuando lleguen mañana, o mejor dicho, dentro de un rato

-Si ya lo creo. Uy! Son las 6.00 de la mañana casi. Con razón tanto cansancio, creo que voy a tomar una siesta como hasta las 9.00 a.m.

-Yo voy a hacer lo mismo, Adriana se nos adelantó, ya está como muerta dormida, se quedó dormida con ropa y todo, pobrecita. Nos vemos en un rato Alex, que descanses_ Me dio un beso en la mejilla y cerró la puerta de mi habitación. Tomé una breve ducha caliente y me acosté a dormir un rato.

<<….Iba corriendo por el bosque desaforada, como si alguien me persiguiera, sudaba a pesar del frío, las ramas rozaban mi cuerpo por la velocidad que llevaba. Algo o alguien me perseguían pero no veía que era. Me detuve un momento al ver un desvío para ver cual tomaba, estaba jadeando, pero escuché paso detrás de mí y escuché mi nombre viniendo de la voz de un hombre la cual desconocía “Alex, Alex”, tomé el camino de la derecha al azar, seguí corriendo desesperadamente, tropecé con una raíz de un árbol y caí de golpe al suelo, cuando me veo las manos estaba cubiertas de sangre, el suelo estaba manchado de sangre, y en ese momento pasó volando el cuervo por encima de mi cabeza y se posó en frente de mi…>> me desperté jadeando cansada de un brinco. Tenía mucho tiempo sin tener pesadillas, era algo emocionante porque mi mente trabaja emociones que nunca utilizaba a diario.

Me levanté y vi el reloj de pulsera que dejé en la mesa de noche eran las 9.47 a.m. me cepille el cabello y los dientes y bajé las escaleras, la casa estaba iluminada por el sol, por todas partes entraba la luz del sol, por las ventanas, era muy agradable. Pero bajaba con la intensión de llegar a la cocina y que mi mamá estuviera haciendo el desayuno como siempre, pero sabía que no iba a ser así, aun así escuche voces y ruido en la cocina; eran Andrés y Adriana que estaban terminando el desayuno

-Buenos días hermanitos!, hace cuanto están despiertos?

-Hola Alex! Hace menos de una hora no pude dormir mucho la verdad a pesar de lo cómoda que es mi cama

-En serio? Tu sin poder dormir bien Adri? Pues me pareció lo contrario cuando pasé por tu cuarto anoche, estabas como muerta_ Andrés me miró con complicidad y me sonrió

- Es cierto. Tú te quedas profundamente dormida así sea encima de una cama de clavos

-Muy graciositos ustedes dos hoy, muy graciosos_ comimos en el mesón de la cocina y se hicieron las 10.30 de la mañana_ Oigan hay que llamar a los viejos, allá deben ser las 12.00 de medio dia_ Adriana se levantó y tomó el teléfono de la cocina, los llamó y hablamos con ellos un rato contándoles lo estupenda que era la casa.

Eran casi las 12.00 de la mañana, era sábado, nos pusimos a arreglar las cosas en la casa, más de lo que estaban cuando tocaron la puerta de la casa y Andrés fue a abrir la puerta como el hombre de la casa, alcancé a escuchar que le decían “Bienvenido” y Adriana y yo nos miramos extrañadas y fuimos a ver, era una señora como de unos 45 años y una chica como de mi edad con una cesta repleta de frutas frescas en la mano

-Hola muchachas! Muy buenos días! Bienvenidos sean al vecindario. Me llamo Julia Adams y ella es mi hija Vanessa Adams, les trajimos esto como regalo de bienvenida, espero que les guste_ La Sra. Julia era de aspecto joven y muy guapa, de piel tersa y cabello castaño muy claro a nivel de los hombros y ojos café muy intensos. Vanessa era muy parecida a su madre con la nariz perfilada y cabello rubio oscuro y ojos ámbar

-Oh! Gracias Sra. Julia. Me llamo Andrés Torres y ellas son mis hermanas menores Alexandra y Adriana Torres

-Mucho gusto Sra Julia, mucho gusto Vanessa_ Les estreché las manos a ambas y tomé la cesta

-Si llegan a necesitar algo, vivimos en la casa de en frente, tengo entendido que son latinos ustedes

-Si, de Venezuela

-Oh! Qué bueno, bueno los dejo muchachos para no importunarlos más

-De nuevo gracias Sra. Julia, y a ti también Vanessa, que pasen buen día_ Andrés cerró la puerta y nos vimos atónitos las caras, era raro eso, no estábamos acostumbrados a que nos tocaran la puerta de la casa a darnos la bienvenida, nunca nos habíamos mudado, y tampoco teníamos esas costumbres en nuestro país. Pasamos el día limpiando y organizando todo, a eso de las 3.00 de la tarde llegó el mensajero con nuestras cajas, así que estuvimos algo ocupados en el resto de la tarde.

Se hicieron las 6.00 y me fui a dar una ducha. Encendí la tele de mi cuarto y estaban dando una película, me acosté a verla mientras me comía el resto de los chocolates que quedaban en mi bolso. Al cabo de una hora que se acabó la película, bajé a preparar la cena, la cocina estaba sola, me puse a preparar una pasta, cuando me voy a lavar las manos en el lavaplatos vi por la ventana de la cocina que daba al patio trasero y vi la misma silueta posada más cerca en las orillas del bosque, pero esta vez no se molestó en desaparecer, me dio un escalofrío extraño, tenía mucha curiosidad

-Alex que haces de comer?_ Pegué un brinco y voltee a ver a Adriana_ Que te pasó? Te asuste?

-Si, digamos que si…_Voltee otra vez a la ventana y ya no estaba la silueta_ Es que estaba viendo por la ventana y vi a un hombre parado en la entrada del bosque, ayer también lo vi, estaba viendo hacia acá, pero cada vez que me enfoco más para poder distinguir bien desaparece

-Un fantasma? Asustada?

-No tarada! Sino que es extraño, pero debo imaginarlo, o no debe ser nada, tal vez sea alguien que vive en alguna de las casas de por aquí o haya un vecindario del otro lado del bosque_ Seguí cocinando con la compañía de Adriana.

En la noche volví a tener la misma pesadilla de la noche anterior, que raro, no solía soñar dos veces con lo mismo, a lo mejor se debía a lo raro del tipo que me parecía ver en la entrada del bosque y el cuervo del día anterior, a fin de cuentas uno siempre sueña con las cosas que vio o vivió durante el día. Andrés había salido a comprar 2 autos usados para nuestro uso. Después de almorzar me vestí con unos jeans claros, una franelilla blanca y un jersey café para salir a dar una vuelta por el vecindario, además necesitábamos comprar algo de víveres, Adriana fue conmigo. Las tiendas quedaban a 4 cuadras de casa, fuimos caminando, en el camino nos conseguimos a la Sra. Julia en su camioneta pero no nos vio, o al menos eso pareció; entramos en el mini súper que había en la esquina, era pequeño la verdad, pero había mucha gente para ser domingo en la tarde. Compramos lo necesario y nos fuimos a casa otra vez caminando lento disfrutando de las calles, antes de pasar la primera cuadra , Vanessa pasó en un Mazda 3 color plateado y nos tocó corneta y se detuvo a nuestro lado y nos saludó muy cordialmente

-Hola chicas! Quieren que las empuje a casa? Suban_ sonreímos y subimos, yo me senté en el asiento del copiloto

-Hola Vanessa! Cómo estás?

-Bien, tu eres Alexandra verdad?

-Si, pero puedes decirme Alex, así me dicen mis amigos

-Bien, y tu eres Adriana

-Correcto! No tuve la oportunidad de hablar ni un poco en nuestra presentación de ayer, es que todo fue tan rápido

-Así es, yo tampoco pude, mi mamá habla más de lo que se es capaz de escuchar a veces, que bueno tenerlas a ustedes y su hermano como vecinos, esa casa llevaba varios años vacía, le hacía falta habitarla, está muy bonita ahora, la arreglaron a raíz de su llegada

-Ah sí? Bueno mis padres mandaron a acomodarla un poco ya que nos mudábamos nosotros_ en cuestión de 3 minutos llegamos a la puerta de la casa_ quieres pasar a tomarte algo y charlar Vanessa?

-Ojalá, pero tengo cosas que hacer, otro día les acepto la invitación

-Bueno, estás en deuda con nosotras, saludos a tu madre de nuestra parte, muchas gracias por el aventón_ tanto Adriana como yo nos bajamos del carro y nos despedimos con la mano mientras ella entraba en el garaje de su casa. Andrés no había llegado aún, entramos a la casa y llevamos todo a la cocina y me dieron ganas de salir de nuevo

-Adri, quieres venir a dar una vuelta conmigo al bosque?

-Tengo que terminar de organizar las cosas en mi cuarto, ten cuidado por ahí Alexandra, llévate una linterna_ bueno, no quedaba más remedio que ir sola, en el fondo eso quería, quería estar sola un rato y respirar aire puro. Tomé una linterna del estante de la cocina y la cámara que había en mi bolso y salí por la puerta trasera hacía el patio, hacía algo de brisa, el sol se estaba ocultando, anunciando la llegada de la noche, pero aún faltaba un poco para eso, eran las 5.00 de la tarde. Me adentré en el bosque, olía a pino por todas partes, todo era silvestre, no caminé ni 500 metros dentro del bosque cuando me conseguí con una laguna pequeña, era hermosa, me senté en una piedra que había en la orilla y tomé fotografías del lugar y mías, me sentía en paz, el sonido de los pájaros era leve, no se escuchaba nada más que el sonido del riachuelo que corría del otro lado. Por un momento recordé un paseo familiar que hicimos cuando yo tenía 10 años a un parque nacional cerca de mi casa en Venezuela y me di cuenta cuanto extrañaba todo aquello. El rato se me pasó rapidísimo pero ya estaba la puesta de sol, vi el reloj y eran las 6.00 pronto iba a quedar todo oscuro y era hora de regresar, no se fueran a preocupar Adriana y Andrés. Tomé mis cosas del suelo y me eché a andar, cuando voy entrando al bosque sentí que me seguían, pero tal vez era paranoia, además el ambiente casi oscuro no ayudaba, saqué la linterna y la encendí, pasó un cuervo volando cerca de mí y lo observe, cuando voltee la mirada salió un hombre de la nada

-No deberías estar tan sola a estas horas en el bosque_ me espanté horriblemente, su voz era grave, subí la linterna para alumbrarle el rostro, era el hombre más hermoso que había visto en mi vida, era alto, cara perfilada, mandíbula un poco ancha, ojos grises y cabello oscuro. Pero el miedo y la desconfianza me ganaron, que se supone que hacía un hombre en medio del bosque a esta hora? Lo mismo que yo posiblemente

-Disculpa?

-Que no deberías andar por ahí sola

-Quien lo dice?_ Estaba a la ofensiva totalmente, yo no sabía nada de karate, ni nada por el estilo, pero sabía defenderme, aunque al ver a semejante hombre con tal altura y músculos, me ponía en duda muchas cosas acerca de mi reacción

-Oh! Disculpa me llamo Adam Vangarret

-Bueno al menos es el nombre de mi acosador_ apuesto que mi posición corporal era tensa, solo me enfocaba en sus ojos, una parte de mi quería brincarle encima pero no sé exactamente con que intensiones, pero mi impresión de él era precisamente la misma, me miraba como si fuera comida y él estuviera hambriento, sus pupilas empezaron a dilatarse más de lo normal, su mirada era excesivamente intensa, algo de él no me gustaba, pero todo lo demás me encantaba. Era irreal

-Tranquilízate, si pretendiera atacarte ya lo hubiera hecho y ni cuenta te habrías dado

-Wow! Supongo que con eso debo sentirme mejor, por qué no me has preguntado mi nombre?_ no sé si ser sarcástica en ese momento serviría de algo, pero era mi forma de actuar siempre

-No lo he preguntado porque lo sé, Alexandra Torres… si no me equivoco

-Como demonios sabes mi nombre!?_ Eso si era la tapa de lo paranormal, como podía saber mi nombre si ni siquiera nunca lo había visto o el a mí que yo supiera

-Son populares con su llegada, escuché a tu hermano hablar de ustedes dos esta mañana en la venta de autos usados, vivo muy cerca de aquí, los vi cuando llegaron, tu sabes, carne fresca_ esa frase me erizó la piel, no me agradaba para nada

-Carne fresca? Vaya manera de referirte a los nuevos_ de pronto salió de la nada un cuervo, no sé si el mismo volando por encima de nosotros, vi la expresión de el hombre llamado Adam y era como de fastidio. Y apareció otro hombre

-Adam estás molestando a la señorita? Señorita disculpe, suele ser un tanto acosador cuando se lo propone_ los ojos se me pusieron como platos, de que se trataba todo esto?

_Ok, a que jugamos? A aparecer y asustarme? Porque lo lograron

-No es mi intención asustarla, mi nombre es Samuel Vangarret_ llevé la luz de la linterna a su rostro y era tan hermoso como el otro hombre pero de aspecto un poco mayor como unos 25 quizá, llevaba el cabello cortado de forma clásica y de un color un poco más claro

-Son familia ustedes? Es costumbre asustar a los nuevos?

-Somos hermanos, Sam es “El hermano mayor” el orgullo de la familia

-Mmmm! Será que me pueden dejar ir?

-Desde luego, pero permítame escoltarla a su casa_ de donde había salido él? De una novela de los años de 1914? Adam seguía viéndome extraño, y veía a su hermano como con una rabia fulminante, estaba demasiado confundida

-No es necesario, se me el camino a pesar de ser “nueva”

-Por favor Alexandra permítenos acompañarte

-Si Srta. Alexandra, no es muy seguro andar sola a oscuras por ningún lado

-Y quien me lo dice? Dos sujetos que acosan a una mujer en pleno bosque que salen de la nada? Claro… les haré caso_ ambos se miraron_ y por Dios Santo! Samuel….? Deja de decirme “señorita” y tratarme de usted que ya no estamos en la edad media ni soy mayor que tu, se nota que somos de la misma edad más o menos_ Desconfiaba menos de el tal Sam, pero Adam me resultaba enigmático, me daba algo de miedo, pero eso me gustaba de cierta forma, así que les permití acompañarme. Caminamos hasta la entrada de la puerta de la cocina_ Y ustedes son de por aquí?

-Si, vivimos en la calle de atrás, estudiamos en la Universidad Independence

-Ah sí? Nosotros también estudiaremos ahí, que estudian?

-Yo apenas voy a comenzar a estudiar geografía, y Samuel estudia psicologia

-Oh! Quiere decir que estudiaremos juntos? Yo también estudiaré geografía_ su actitud era arrogante, su mirada era aun más intensa a plena luz sus facciones eran impresionantemente irresistibles. Samuel era lo mismo físicamente, pero para mi gusto menos encantador que su hermano. Más sociable si, más educado? También. Nos quedamos 1 mint parados en la puerta trasera de la casa cuando la puerta se abrió de golpe

-Alex? Oh! Vienes acompañada………. Muy bien acompañada, ya me estaba preocupando por ti

-Hola Adri!, te presento a dos amigos que hice hoy, Adam y Samuel_ Adriana miró fijamente a Samuel, estaba como hechizada, algo así, como cuando uno se queda dormido despierto_ Ella es mi hermana menor Adriana

-Mucho gusto Adriana, muy linda igual que tu hermana_ me sonrojé por un momento

-Mucho gusto Srta. Adriana, es un verdadero placer_ ambos se quedaron viendo de forma rara, Samuel la veía como Adam me miró a mí en el bosque

-Samuel, creo que a ella tampoco le gustara que la llames señorita

-Es cierto, solo llámame Adriana, es más fácil y corto de decir

-Gustan pasar a tomarse algo?

-Claro que nos….

-Eh no! Muchas gracias por la invitación Alexandra pero mi “hermano” y yo tenemos que irnos, ya es un poco tarde y tenemos cosas que hacer en casa, en otro oportunidad será

-Bueno, que conste, muchas gracias por acompañarme, y no le den esos sustos a nadie más, dale gracias a Dios Adam que no tenía un paralizador conmigo

-Uy si! Le daré gracias a Dios por eso…_ fue demasiado sarcástico para mi gusto, incluso más que yo_ espero verte pronto_ y soltó la primera sonrisa que le había visto, por poco me desmayo del encanto, y me despedí tontamente con la mano en el aire, cuando voltee Adriana tenía la misma expresión que yo debí tener, así que le di un codazo

-Adriana?

-Si?

-Quien te gustó de los dos?

-Ah!? De que hablas?

-Claro! Simula que estoy loca, aplaude y finge demencia ahora

-Ambos eran chicos súper “hot”, pero me tiene que gustar alguno? Tú fuiste la que llegaste con ellos no yo… y mírate la cara por Dios Alex! Tienes mirada pícara, tenía tiempo sin verte esa expresión

-Vete por las ramas ahora Adriana Carolina!, y si, me gustó Adam, es como raro no?

-Parece un tipo rebelde, arrogante, me gustó más Sam

-Sam? Lo sabía, y creo que le gustaste también, te miraba extraño

-A mi? Si?, bueno quien sabe por qué…. Pero… pero no me has dicho como los conociste

-Bueno fue la forma más inusual posible, yo estaba de regreso de la laguna, cuando estaba entrando al bosque, Adam salió de la nada diciéndome que no era prudente que anduviera sola a esas horas en el bosque

-Razón tenía Alex, siempre se te hace tarde fuera, ya yo me estaba preocupando

-Pues sí, pero Adam me miraba raro, como Sam te miraba a ti, me miraba como si fuera comida, y eso no es bueno la verdad, quien sabe que cosas le estaban pasando por la mente, estaba súper tensa, tenía ganas de salir corriendo, pero por otro lado quería quedarme ahí parada, era como si estuviera pegada el piso por un imán

-Me imagino, Adam es encantador, tenía tiempo que no veía a un chico así, parecen modelos de Calvin Klein_ Ambas reímos

-Por cierto Adri, Andrés no ha llegado?

-Si llegó, pero llegó directo a bañarse, ni se había dado cuenta que no estabas

-Y se puede saber donde estaba usted señorita?_ Andrés siempre parecía un fantasma, me recordó a Adam y Samuel apareciendo en frente de mi

-Tu también!? Hoy es el día de la gente aparecer como fantasmas en frente de mi

-Ah sí? Quien más apareció ante tus ojos?_ en vez de parecer un hermano sobre protector era, protector en su medida justa

-Fue un par de chicos que conocí hoy, dando una vuelta a la laguna que está detrás del bosque

-Chicos Alexandra? Eso debería gustarme

-No, porque es a mí a quien tendría que gustarme, y a pesar que parece ser algo peligroso, porque hasta yo lo pensé en su momento, no lo fue, al contrario, me protegieron y me trajeron a casa a salvo

-Mmmmm….! Bueno de todos modos siempre te sales con la tuya no? Tienes algo raro, seguro te gusto alguno de los chicos de los que me hablas? Tan temprano y ya asaltando corazones hermanita?

-Ja, ja! Tonto, y ya dejen la lata con eso, ya pasó. Y compraste los carros?

-Si, mañana los traen temprano antes de irnos al colegio

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