lunes, 21 de noviembre de 2011


Capitulo 5
20 años después

     Quería correr sin detenerme en horas a ver a donde me llevaban mis pies. Mientras corría a velocidad normal de un mortal, las lagrimas no dejaban de salir, se me resbalaban una detrás de la otra por las mejillas, para mi la situación era al revés, mi familia había muerto, y si, en cierta forma así era, de igual forma si yo era la muerta o ellos, no los podría ver a ellos nunca más ni ellos a mi, nos perdimos unos a los otros y eso era infinitamente triste. Lo único que quería era desaparecer, chasquear los dedos y desaparecer mágicamente, no quería a nadie cerca de mi en ese instante, quería soledad absoluta. Me detuve y paré el primer taxi que vi
            -A El Camino Del Mar por favor, lo más rápido que pueda…_ el chofer condujo a una velocidad promedio de 120km/h en la autopista, y 80km/h en las avenidas, ya que era lo permitido.
            Llegué a mi casa y le pedí al taxista que me esperara, subí corriendo a mi habitación, saqué un bolso viajero grande que tenía en el closet y meti la mayor cantidad de ropa que podía, y una maleta pequeña. Alisté todo rápido antes que alguien llegara y me detuviera; tomé un papel y un lápiz de la gaveta de mi peinadora




Me fui a alguna parte del mundo, estoy bien, por favor no vayan tras de mí, necesito estar SOLA. Yo los llamo para avisarles como estoy.

                                                                                                          Alex

Bajé las escaleras apurada, deje la nota encima de la mesa de madera que estaba en la entrada y salí de mi casa, montándome nuevamente en el taxi, pidiéndole que me llevara al aeropuerto. A donde me iba? Buena pregunta, pero era algo que decidiría en el camino. Que si estaba segura de lo que hacía? Eso la verdad no lo tenía claro, era solo un impulso que a lo mejor con el tiempo me arrepienta. Llegamos en 20 minutos aproximadamente, al ver las grandes puertas del aeropuerto, me quedé en blanco por un instante, caminé en línea recta, me detuve en cuanto vi el panel de aerolíneas, cerré los ojos inmediatamente <>, abrí los ojos y conté el tercer puesto, era AIR EUROPA, al parecer mi destino próximo seria un país europeo. Me acerqué a la chica que estaba en el front desk
-Buenos días, será que tienes disponible para el primer vuelo?
-A donde señorita? España?_ con una voz suave y refinada típica de secretaria de oficina
-Ehmmm si, España_ que irónico, precisamente a España. Compré el boleto del primer vuelo que salía en menos de 2 horas. Llegué al aeropuerto de Barajas en Madrid, me sentía extremadamente extraña, estaba seria, representaba muy bien mi papel como vampiro. Al salir del aeropuerto, tomé un taxi en la avenida La Hispanidad
-Señorita a donde se dirige?_ el chofer me preguntó con el típico acento español. Me quedé en blanco por unos instantes_ Señorita?_ brinqué
-Me puede llevar a Albacete?
-Desde luego que si… serían 2 horas y media de viaje_ <> Era tiempo suficiente para pensar que iba a hacer cuando llegara a Albacete. Por qué Albacete? No lo sé, digamos que activé mi GPS mental y fue una de las ciudades más cercanas a Madrid que encontré.
Tuve que apagar mi celular porque apenas estuve en el aeropuerto de San Francisco, no dejaba de sonar con llamadas de Adam y Adriana. Al entrar a Albacete le pedí al conductor que se detuviera en un lugar para comprar el periódico, fui a los clasificados y había una mujer de 30 años en busca de roommate, en un apartamento en la calle Ibañez Ibero. Llegamos al edificio y llamé al intercomunicador, bajó la chica de 30 años, de complexión gruesa, pero de rasgos delicados, blanca como la nieve, cabello castaño claro, con rulos
-Sois Alexandra?_ preguntó con una media sonrisa, afirmé con la cabeza totalmente seria. Me invitó a subir era el primer piso_ Os puedes contar de donde sois?
-Venezuela, pero ahora vengo de Estados Unidos, estuve viviendo allá
-Oh! Una chica internacional, eh…?_ sonrió mostrando simpatía, esperando que yo al menos sonriera, pero no lo hice, eso creo que la incomodó_ Por qué os viniste de Estados Unidos?_ no quería preguntas de ninguna clase, la miré fijamente a los ojos sin pestañear
-No quiero más preguntas, seré tu nueva roommate, no debes decirle mi nombre a nadie, mucho menos si te lo preguntan, solo dirás que soy reservada y pago al día_ ella se quedó inmóvil mirándome y asintió enseguida apenas terminé de decirle todo aquello
-Bienvenida entonces!_ sonrió abiertamente. Se levantó y me señaló una puerta blanca a inicio de pasillo_ Esa será tu habitación, podéis utilizar todo lo que está en la casa, aquí tenéis tus llaves, me podéis pagar en dólares hasta que consigáis empleo y me podáis pagar en euros, vale?_ asentí sin ni siquiera mirarla.
Entré a mi nueva habitación, era gris pálido con detalles en blanco, era pequeña la verdad, y ahí entendí que los europeos eran muy simplones, por lo menos en lo que a decoración se refería.
Conseguí empleo en una preparatoria, igualmente dando clases de geografía, duré 1 mes y medio sin ser detectada por Adam, Sam, Adriana o los Adams, me hallaron. Adam fue en mi búsqueda, me negué a regresar. Mi humor había cambiado en un 70%, ya no socializaba con nadie, más que para responder preguntas en clase, o para comprar algo en el supermercado, la verdad ya con 2 días dictando clases los alumnos me había catalogado de “gruñona”, la sonrisa se me había esfumado, cazaba interdiario, me tocaba asaltar los centros médicos de toda Albacete, mi sed se incrementaba. Todos se mudaron a Albacete, pero me negué a vivir con ellos, no quería nadie cerca de mí, nadie con quien estuviera mezclada sentimentalmente.
A los 8 años nos mudamos a Buenos Aires, duramos allí 6 años, Vanessa escogió el siguiente destino que fue Vancouver. Casi todos los días tenía problemas con Adriana o Vanessa, mis sentimientos se habían bloqueado, algo dentro de mí se había apagado. Al año de estar en Vancouver, mi madre murió de un ACB, Adriana tuvo que viajar a Venezuela, me había puesto más violenta, la muerte de mi madre había agregado una gota más al vaso que continuaba rebosándose.
5 años después…
Llegué de cazar a media noche, venia con la ropa llena de sangre, había conseguido un venado en las montañas, ya no tenía piedad de matar animales si quiera
-Alex quiero charlar contigo…_ dijo Adriana con plena seriedad, ya mi hermana estaba maltratada por el tiempo, ya tenía 42 años ya, lo increíble era verla aun con Sam que tenia la misma apariencia desde el día que lo conocí, su amor no había disminuido ni un poco
-Adriana de una vez te advierto que no quiero nada de dramas
-Puedes solamente escuchar!?_ subí la ceja izquierda y me le quedé observando_ ya han pasado 20 malditos años desde que falleciste, 5 desde mi mamá también lo hizo y 22 desde Andrés y Simon. Tanto tu como yo hemos perdido en esto Alex, pero tu decidiste rendirte, fíjate en lo que te has convertido…
-Esto no es voluntario, esto lo decidieron por mi
-No me refiero al vampirismo, si no mira a los Adams, tu tomaste el camino más fácil, apagaste tus emociones, no socializas, nadie te quiere aparte de nosotros…_hizo una pausa para tomar aire_ lo que quiero decir con todo esto, es que no puedes seguir así, tienes que volver a ser la Alex de siempre, “vive” así estés técnicamente muerta, vuelve a sonreír, a sentir, Adam no hace más que velar por ti
-Yo no le he pedido que lo haga
-A eso me refiero, no estás dejando que nadie se te acerqué, te tenemos prácticamente obligada con nosotros. Solo quería decirte que queremos regresar a San Francisco. Como es mi turno de elegir, yo quiero vivir en San Francisco, tú decides si te quedas sola aquí en Vancouver o en cualquier parte del mundo, porque así estés con nosotros físicamente, vas a estar sola porque tu así lo decidiste._ se apartó de mi vista dejándome sola.
Subí a mi habitación, apenas abrí la puerta vi un niño sentado en mi cama dando la espalda hasta la puerta, eso me puso en alerta
-Quien eres…?_ pregunté con autoridad pero no respondió_ Te pregunté quién eres niño? Que haces en mi habitación?_ se levantó y giró su cuerpo lentamente, mi corazón dio un vuelco a ver de quien se trataba
-Hola Alex…_ dijo inexpresivo
-Chris? Que haces aquí?
-Solo vine a charlar contigo…
-Déjame adivinar… Adriana te lo pidió?
-Tengo desde el momento que morí observándote Alex, a pesar que no seas de mi incumbencia. No sabes cuánto lamento lo que te ha sucedido
-No más que yo…
-Por qué tomaste este rumbo?
-Quieres que te sea sincera?
-Por favor…
-Todo es más sencillo así, no sufres, porque simplemente no sientes_ se cercó un poco
-Y pensaste en que sentían los demás? Solo pensaste en tus sentimientos. Tu nunca fuiste así…_ abrí la boca para decir algo_ y no me importa que seas vampiro ahora, sabes que eso no influye del todo en tu personalidad actual, solo te da herramientas para ser un monstruo, y créeme que estás muy cerca de serlo. Piensa bien lo que estás haciendo, si no las cosas se van a complicar para ti de otro modo… solo piensa…
-Pero…_ desapareció

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