Capitulo
12
No
puedo elegir
Me sentía como en una nube, era
feliz de una manera muy extraña, la casa estaba a oscuras, fui hasta la cocina
a buscar un vaso con agua, había una nota en la nevera pegada
Fuimos a comer fuera ya al cine, regresamos tarde, no nos esperen
Adriana
Sonreí y negué con la cabeza,
Adriana y Sam habían encontrado la felicidad, a su manera, pero la habían conseguido, tomé un vaso con agua, y
subí las escaleras, dejé todo oscuro como estaba, entré a mi habitación, solo
entraba la luz de la luna llena por la ventana, me quité la chaqueta
-Que haces aquí?_ pregunté viendo
hacia la ventana, Adam estaba detrás de mi
-Sólo esperaba a que llegaras
-Me estas vigilando?_ dije
volteándome hacia él
-Para nada. Como te fue?
-Bien... comimos solamente
-Comieron? como le hiciste?
-Carne cruda
-Ah claro!_ hicimos un silencio, fue
bastante incomodo, todo estaba oscuro prácticamente, tomó mi rostro con su mano
derecha, encontrando nuestras miradas_ tu mirada a pesar de haber cambiado por
tu vampirismo, vuelve a ser la de antes, esa mirada tierna...
-Adam..._ traté de interrumpirlo
-Te puedes callar un momento
Alexandra?_ me silenció por completo_ estoy tratando de decirte que te amo, te
amé desde el momento que te conocí y aun lo sigo haciendo lo la misma
intensidad, nunca voy a dejar de insistir, nunca_ sentía que estaba a punto de
sufrir una crisis emocional, las lagrimas las tenía en puerta, lo que hice fue
abrazarlo, había olvidado lo alto que era, recostar mi cabeza de su pecho y
sentir sus brazos a mi alrededor siempre fue una de las mejores sensaciones del
mundo.
Me separé de él, sentía que me iba a
desmayar, me limpié las lagrimas que habían salido, tratando que Adam no se
diera cuenta, volvió a tomar mi mejilla, lo vi y sonreí con desgano, dejando
salir una lagrima, su mirada siempre me hechizó, era tan particular; de un
momento a otro nuestros labios se encontraron, fue un beso lento, empecé con
timidez, había olvidado el sabor de sus labios; rodeé su cuello con mis brazos,
el beso al pasar los segundos se ponía mas intenso, nuestra respiración se
aceleraba, desató mi cinturón mientras continuábamos besándonos y lo dejó caer
al suelo, desabotoné su camisa, descubriendo su pecho definido, me cargó, amarrándolo
con mis piernas por su cintura, puso sus manos en mis caderas para sostenerme,
besó mi cuello y me llevó a la cama, continuamos desvistiéndonos, sentía una
llama muy fuerte dentro de mí, hacía mucho tiempo que no sentía algo así, lo
mas cumbre es que era por él mismo, sentir su piel con la mía, sus besos, todo
era tan perfecto.
Salió el primer rayito de sol, abrí
los ojos y estaba acostada en su pecho, sus brazos me rodeaban
-Buenos días...._ me dijo apenas
abrió los ojos, sonreí hipócritamente_ qué pasa?_ senté en la cama
-Adam, no quiero que mal interpretes
esto...
-Alex, no te quiero presionar, tu
sola vas a volver a mí, esto que paso entre nosotros solo confirma que aun
sientes algo por mí, y quiero que te quede bien claro que no voy a dejar que ni
el mismo Simon resucitado me aparte de ti, siempre voy a dar todo por ti, no
estoy dentro de ti, pero juraría que lo que sientes por él, es un cariño muy
grande, que comprometiste por su amor por ti, pero creo que eso sonaría
demasiado egocéntrico de mi parte_ sonaba y se veía decepcionado al decir
aquello, se levantó de la cama vistiéndose
-Adam, espera...
-Déjalo... ya es un nuevo día, y
supongo que tienes que ir a trabajar, ya es un poco tarde, yo también tengo
cosas que hacer_ salió de mi habitación dándome un beso en la cabeza, quedé
congelada, no sabía qué hacer.
Me levanté y tomé una ducha tibia,
la verdad hacia frio, las lluvias habían puesto las cosas extra frescas en San
Francisco. Al cerrar los ojos para meterme bajo la caída de agua, visualicé
aquella oportunidad que estuve con Simon en Tampa, así que los abrí de golpe,
era muy confuso y era totalmente inconcebible sentir algo así por dos personas,
pero ninguno de los dos sentimientos se parecían tampoco, desde el inicio de
este conflicto siempre supe lo que tenía que hacer, y era simple, elegir, lo
que no era simple era precisamente eso, elegir.
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